El nuevo modelo de factura eléctrica para los millones de consumidores que están en el mercado regulado (PVPC, precio voluntario al pequeño consumidor) entró en vigor hace un mes (1 de junio) y ya se pueden apreciar pequeños cambios en los hábitos de consumo. Ahora hay tres periodos de facturación: punta [entre 10 y las 14 horas entre las 18 y las 22 horas], llano [8 a 10, de 14 a 18 y de 22 a 00] y valle [00 a 8]. Según Red Eléctrica de España (REE), el inicio de la jornada laboral, el cierre de los comercios durante el mediodía, la actividad industrial y la mayor ocupación de los hogares en las horas finales de la jornada explican por qué la demanda no es idéntica en las distintas horas del día. Hay más de manda de energía en las llamadas horas punta o de mayor consumo eléctrico.
En invierno, las horas punta se dan entre las 11.00 y las 12.00 por la actividad en empresas/servicios y en los hogares, o bien entre las 19.00 y las 20.00 por la confluencia entre actividad comercial y ocupación de las viviendas. Sin embargo, en verano se producen en las horas centrales del día, coincidiendo con los momentos de mayor temperatura. El operador del sistema eléctrico subraya que durante estas horas es más costoso producir la electricidad porque es necesario que funcionen las centrales de producción más caras, que son también las que más CO2 emiten. Además, todo el sistema eléctrico tiene que dimensionarse para poder atender la demanda en este reducido número de horas.
De este modo, son necesarios unos 4.000 megavatios (MW), que equivalen a diez centrales de ciclo combinado de 400 MW o cuatro nucleares de 1.000 MW, para atender las 300 horas punta o de mayor consumo anuales. Por su parte, a las horas de menor consumo se las denomina horas valle y se corresponden con las horas nocturnas, coincidiendo con la menor actividad de todos los sectores de consumo.
Siempre entendiendo que el comercializador adapta sus contratos a los tramos de los nuevos peajes y cargos, el consumidor puede obtener ahorros en su factura ajustando la potencia de punta y valle a la nueva estructura de peajes y cargos; evitando encender varios aparatos a la vez; si tiene acumuladores nocturnos, aumentando la potencia contratada en el periodo de valle para cargar en un periodo más corto, o cargando el coche eléctrico por la noche. Según la CNMC, evitar el encendido de todos los aparatos a la vez podría inducir un ahorro de entre 200 y 300 euros anuales para un consumidor con alto equipamiento eléctrico, si ajustara la potencia contratada en punta.
Pues bien, con la nueva estructura tarifaria se ve cómo los consumidores están empezando a trasladar la demanda a las horas llanas (precio medio), sobre todo de 22.00 a 00.00 horas. Por ejemplo, si se compara los días 3 de mayo (aún con el sistema antiguo), 3 de junio y 1 de julio (ver gráfico), se puede ver cómo la caída de la curva de demanda es menor de diez a doce de la noche. En concreto, el 3 de mayo y el resto de días del quinto mes bajó entre 4.000 y 5.000 MW en ese horario. En junio, con la nueva tarifa, durante ese tramo la demanda descendió solo entre 3.000 y 4.000 MW, lo que supone 1.000 MW menos. El 1 de julio tan solo fue de 2.800 MW.
Expertos de REE indican que los consumidores están aprovechando ese tramo horario porque se puede considerar que la electricidad está en un precio “razonable” y porque es el de mayor conciliación para realizar tareas domésticas, como poner el lavavajillas, la lavadora o usar la plancha sin que suponga un madrugón o hacerlo muy tarde. Además, también se ha detectado un pequeño repunte de la demanda a partir de las 12 de la noche. Con la nueva factura se ha producido un incremento medio de la demanda a las 00.30 de unos 2.000 MW.
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