Así lo pone de manifiesto los datos sobre el uso de la tarifa plana de autónomos en España, principal vía de aliciente para la creación de negocios y de empresas. Según los últimos datos de mayo de 2021, aproximadamente el 15% de los autónomos españoles está disfrutando de esta ayuda y, sin embargo, tan solo el 13% de estos trabajadores por cuenta propia, unos 63.000, sobreviven laboralmente pasados los dos años.
La tarifa plana para autónomos es una medida para impulsar el colectivo que consiste en el pago de una cuota mensual reducida, de 60 euros, a la Seguridad Social durante dos o tres años, en lugar de los 286,15 euros que constituyen la cuota mensual mínima en 2021.
«La falsa creencia de que este sistema de fomento del trabajo autónomo es el correcto nos ha llevado a un gasto desmesurado de la Seguridad Social, sin que exista una correspondencia con la implantación de actividades económicas estables, sólo ha servido para maquillar la realidad del mercado de trabajo por cuenta propia. España gasta, en su conjunto, algo más de 1.200 millones de euros en esta ayuda, 700 millones de la Seguridad Social, y el resto se completa con las ayudas complementarias de algunas comunidades autónomas», denuncian desde UPTA, una de las asociaciones representantes del colectivo, argumentando que la tasa de reemplazo que existe entre los autónomos que entran y que salen del sistema no ha variado en los últimos años. «En el año 2020 se afiliaron unos 650.000 trabajadores por cuenta propia y otros tantos desaparecieron. Esta tendencia no se ha corregido a lo largo de la última década, más bien todo lo contrario», apuntan desde la asociación.
Más allá, la radiografía de la eficacia de esta ayuda se completa con el cruce de datos de Hacienda y la Seguridad Social, donde se aprecia cómo se benefician los autónomos de esta tarifa plana según el nivel de ingresos que registran. En este sentido, el 20% de los trabajadores por cuenta propia con tarifa plana obtienen rendimientos de trabajo por encima de los 12.000 euros anuales -no hacen frente al pago completo de la base de cotización mínima-. Mientras que un 17% de los autónomos que disfrutan de esta ayuda actualmente obtienen rendimientos económicos entre los 15.000 y los 45.000 euros al mes.
Según apuntan desde la asociación, el nuevo sistema de cotización por ingresos reales debe corregir esta nefasta política de incentivos al autoempleo, que, por otra parte, jamás debió haber sido sufragado con presupuestos de la Seguridad Social, pero si debiera haber formado parte de las políticas activas de empleo desarrolladas por el Sepe. Así, Eduardo Abad, presidente de UPTA, asegura que «no estamos en contra de que se desarrollen medidas que ayuden a rebajar los costes que soportan los emprendedores en el inicio de su carrera como trabajadores autónomos» aunque plantea que «la tarifa plana debería estar perfectamente justificada, y cada beneficiario tendría que solicitarla en base a un proyecto de negocio sólido y fundamentado, como ocurre con los emprendedores extracomunitarios cuando quieren acceder al permiso de trabajo por cuenta propia».
Más allá, parece que la prevista implantación del nuevo sistema de cotización en base a los ingresos reales que plantea el Gobierno como parte de la reforma del sistema de pensiones podría acabar con esta fórmula de tarifa plana ya que los trabajadores estarán sujetos a una cuota modulada en base a sus rendimientos netos, por lo que se ajustará a la baja a los que menos ganen y al alza a quienes obtengan elevados ingresos, en función de un sistema de tramos.
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