El Gobierno mantuvo ayer sus previsiones de crecimiento para este año en el 6,5%, a pesar de considerar que los indicadores adelantados del turismo apuntan a la recuperación del sector, gracias a la vacunación y al crecimiento internacional, y de que la liberación de la demanda embalsada está tirando del consumo. Todo ello ha quedado opacado por la subida de los precios del petróleo, que drena la demanda interna.
La economía crecerá un 6,5% según ha señalado la ministra de Economía vicepresidenta primera, Nadia Calviño, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Calviño que también señaló que el consumo privado avanzar un 7,3%, la misma cifra esbozada en mayo. Los grandes cambios se encuentran en la construcción (que se frena 2,4 puntos, hasta el 6,1% mientras que las exportaciones y la inversión en bienes de equipo ganan tracción impulsados por el turismo y el mayor optimismo de las empresas.
Todo ello permitirá que el número de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo aumente un 4% en el conjunto del año, una cifra que supone una recuperación muy parcial tras el descenso del 7,5% en 2020. Sin embargo, esto se debería en gran medida, según Calviño, a que el crecimiento se ha demorado hasta la segunda mitad del año. «Los trabajadores cubiertos por los ERTE se han ido reduciendo de forma sostenida, este verano se habrá recuperado el 90% del empleo perdido por la pandemia, ha señalado Calviño, añadiendo que, «si la tendencia se mantiene, a final del verano se podrían recuperar los niveles de empleo de febrero de 2020».
Todo ello permitiría, según la vicepresidenta, abrir la puerta a una subida del salario mínimo a finales de año. Calviño ha asegurado que en septiembre se verá «si es posible recuperar la senda de aumento del salario mínimo interprofesional (SMI) y acordar un alza para los meses finales de este año». Además, también ha señalado que ese mes «veremos si es posible recuperar la senda de aumento del SMI en la que estábamos antes de la pandemia», con el objetivo de aproximarse a los 1.200 euros al mes en los próximos ejercicios.
Para Calviño, estas subidas son clave para reforzar el crecimiento de la demanda interna y la lucha contra la desigualdad. Sin embargo, el alza del SMI, junto con las subidas de sueldos públicos y de pensiones, también puede dar una vuelta de tuerca al incremento de los precios que ya se está experimentando. La ministra de Economía prevé que los precios de consumo suban un 1,9% en el conjunto del año frente al 0,9% esperado en mayo. No obstante, esta cifra también implicaría cierto ejercicio de optimismo, ya que queda muy por debajo de las cifras observadas actualmente.
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