El Gobierno ha convocado a los agentes sociales el 1 de septiembre para tratar la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) por la que llevan pidiendo meses tanto sindicatos como Podemos. Fuentes del Ministerio de Trabajo consultadas por este periódico evitaron dar detalles sobre la cantidad que contempla el Gobierno para esta subida, ya que, primero, escucharán la opinión de los agentes sociales.
Este anuncio llega un mes después del cambio de postura expresado por la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, quien hasta ese momento se había negado a un aumento del salario mínimo para no perjudicar la recuperación económica. Ahora, tras varios meses de intensa reactivación (incluido el récord absoluto de junio con 202.000 afiliados más a la Seguridad Social) y con la previsión de que agosto cerrará con el mismo nivel de empleo que había antes del comienzo de la pandemia, el aumento del SMI se materializará para la parte final del año.
El objetivo del Gobierno es aumentar el salario mínimo hasta el 60% del sueldo medio al final de la legislatura. Para ello, contrató a un comité de expertos para analizar cómo debía de ser esa senda de incremento. El grupo consideró que el SMI debía de escalar hasta una horquilla de entre 1.011 y 1.049 euros en 14 pagas, pero que las mayores subidas debían de acometerse en 2022 y 2023, dejando para este año un pequeño aumento de entre 12 y 19 euros. Aunque desde Trabajo han asegurado que escucharán primero a los agentes sociales, han comentado que esas son las cifras «que siempre han defendido».
Desde CC OO, que llevan meses pidiendo un aumento del salario mínimo junto a UGT, incluso convocando manifestaciones para así incrementar la presión sobre el Ejecutivo, han valorado positivamente el anuncio, aunque consideran que «llega tarde». «El SMI tendría que haber subido ya en España, porque un aumento no solo no destruye empleo, sino que lo genera», ha indicado Unai Sordo, secretario general de Comisiones Obreras.
El líder sindical ha avisado de que no aceptarán un aumento «testimonial o estético», sino que propondrán una subida «significativa», que haga que el SMI «no pierda poder de compra en este 2021», lo que supondría elevarlo en torno al 2,9%, al igual que el IPC. «O bien que pactemos la senda de subida no solo para el año 2021, sino para el siguiente también, en la línea de que, a finales de esta legislatura, sí o sí, el salario mínimo sea el 60% de la media y se sitúe nítidamente por encima de los 1.000 euros», ha añadido Sordo.
En este mismo sentido se ha pronunciado el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, quien pidió aprovechar esta reunión para pactar las subidas del SMI no solo de 2021, sino también de 2022 y 2023. “Creo que es positivo que nos convoquen, pero no quiero lanzar las campanas al vuelo. En todo caso, tiempo tendremos después de esta reunión para ver si realmente se cumplen las expectativas que tenemos o no”, ha comentado Álvarez.
Por su parte, la patronal no ha hecho valoraciones sobre el anuncio de este jueves, aunque en los meses previos ya había mostrado su rechazo a una subida del SMI este año. “Es una facultad del Gobierno previa consulta a los agentes sociales, pero es el Gobierno el que decide. Consideramos que no es el momento”, dijo el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, el pasado julio. Actualmente, el SMI se encuentra en los 950 euros mensuales.
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