Los departamentos jurídicos de las grandes empresas quieren tener estos perfiles, una tendencia a la que también se están sumando los despachos de abogados y los ALSP. Eficiencia, eficiencia y eficiencia. Éste es el mantra que se repite en muchos departamentos jurídicos internos que, en ocasiones, han visto cómo no paraban de aumentarles las funciones o los encargos a la vez que sus presupuestos o su personal no seguían el mismo ritmo de crecimiento.
Y es que el más por menos no es sólo una queja que esgrimen los despachos de abogados, sino que esta situación también la sufren las asesorías in-house. Éste es uno de los motivos que explican por qué ha crecido tanto la presencia de especialistas en operaciones legales en estas áreas, que ya están presentes en más de un 60% de las grandes compañías, según un informe elaborado por la Association of Corporate Counsels (ACC), que indica en 2015 tan sólo dos de cada diez firmas contaban con esta figura.
Su cometido principal es hacer más eficientes y productivos a estos departamentos modernizando procesos, implantando herramientas tecnológicas y aplicando técnicas de gestión empresarial a la organización. Lo confirma Marta Sanz, responsable de fiscal y legal en la firma de cazatalentos Wyser: «Actualmente, las operaciones legales están teniendo gran relevancia dentro del sector jurídico y ejecutivo. Estas operaciones de naturaleza multidisciplinar están enfocadas a mejorar los servicios que presta un departamento legal y aportar mayor valor añadido al mismo».
No se trata de una moda pasajera, ya que los encuestados por ACC aseguran que seguirán aumentado la plantilla de estos profesionales en los próximos meses, aunque, eso sí, a menor ritmo que el número de abogados. Así, el estudio revela que por cada tres nuevos letrados se contratará un especialista en legal ops, como se conoce en el mundo anglosajón.
El aumento de sus fichajes está haciendo que también ganen en tamaño dentro de sus propias organizaciones, ya que en la actualidad un 21% de las asesorías preguntadas por ACC ya emplean al menos a cuatro profesionales de estas características, lo que demuestra la solidez de esta ya no tan nueva profesión legal.
Se trata de una tendencia que también ha llegado a España gracias a que «están ayudando muchísimo a poner en valor la función jurídica y a crear asesorías jurídicas modernas e integradas en negocio», según asegura Eugenia Navarro, directora de la consultora especializada Tama Projects, que añade que las principales preocupaciones actuales de los directores legales de las empresas que operan en España vienen relacionadas con la mejora de la eficiencia y con la aportación de valor a sus negocios, por lo que están tratando de afrontar una etapa de cambio con la ayuda de nuevos perfiles profesionales.
Navarro, que afirma que su contratación se multiplicará en las asesorías internas españolas, sobre todo de grandes empresas, también apunta otra tendencia en nuestro país. En este sentido, poco a poco los propios despachos de abogados tradicionales y los proveedores de servicios legales alternativos (ALSP, por sus siglas en inglés) también se están animando a contar dentro de sus plantillas con algún especialista en operaciones legales.
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