El próximo año Cáceres y Soria subirán el IBI, que volverá a tener en tres de las capitales catalanas, Lleida, Tarragona y Girona, los tipos más altos. Santander tiene el tipo del IBI más bajo de las capitales de provincia de régimen común y Lleida el más alto. Así lo muestra la escala de tipos del IBI para 2022 entre las que mantienen los porcentajes de este año y las que hasta la fecha han anunciado que lo bajan, el caso de Madrid, ahora la tercera con el IBI más bajo, o la propia Santander y Zaragoza, las dos con los tipos más bajos, que vuelven a reducirlos, y las que lo suben, el caso de Cáceres y Soria.
Estas subidas y bajadas tendrán un efecto directo en la cuota, ya que ninguno de estos municipios actualiza el año que viene su ponencia de valores, lo que puede llevar en el caso de que se haga a que baje el tipo, pero suba la base. Los municipios pueden, además, solicitar a Hacienda hasta mayo la aplicación de los coeficientes de los Presupuestos de 2022 para subir el impuesto.
En la escala de capitales de provincia de territorio común de 2022 las que tienen los tipos más bajos, Santander y Zaragoza, acrecientan su liderazgo y Madrid se coloca en tercera posición con la nueva rebaja que ha anunciado, la tercera consecutiva. De esta forma, la capital cántabra rebaja su tipo del 0,41000 al 0,40000 -el mínimo legal- y amplía del 35 al 50% las bonificaciones para las familias numerosas, y mantiene las demás.
A su vez, el tipo de Zaragoza pasará del 0,4123 al 0,4087, que permitirá compensar la revisión al alza de los valores catastrales de 2013, que llegaron a duplicarlos. En el horizonte queda el mínimo legal, el 0,4, al que el Gobierno municipal prometió llegar antes de que acabara la corporación actual en 2023. Madrid rebajará 60 millones de euros en el IBI, con una reducción del tipo del 0,456% al 0,418% que afectará a 2,2 millones de recibos, de los que 1,5 millones corresponden a viviendas y 96.299 a locales comerciales, entre otros, y mantendrá las bonificaciones de 2020, según anunció el 21 de octubre el consistorio.
El ranking de los tipos más bajos se ve completamente alterado con las cuatro capitales forales, que tienen de largo los más reducidos (ver apoyo al final del texto) y que encabezarían el listado en el orden San Sebastián, Bilbao, Vitoria y Pamplona.
Por el lado de los tipos de IBI más elevados se sitúan tres de las capitales catalanas, Lleida (0,967%), Tarragona (0,953%) y Girona (0,932), seguidas de Melilla (0,800) y Ciudad Real y Ceuta (ambas con 0,790). Barcelona se coloca entre las capitales con tipos altos, pero con un porcentaje inferior, del 0,660. Sin embargo, en el caso de la Ciudad Condal hay que destacar que tiene unos valores catastrales muy elevados, revisados en 2017. Otra escala muy ajustada a la práctica es la que ofrece la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), ya que mide lo que se paga en cada capital sobre un valor catastral concreto, de 80.000 euros, lo que arroja entre las más bajas a San Sebastián, donde se pagan 147 euros en 2021 en San Sebastián, 153 en Bilbao, 258 en Vitoria, 314 en Pamplona, 328 en Santander, 330 en Zaragoza y 355 en Toledo y Teruel. Por el lado más alto, en Lleida se pagan este año 774 euros. Le siguen Tarragona (762 euros), Girona (746), Melilla y Ciudad Real (640) y Ceuta (632).
Así, la diferencia entre el territorio con el IBI más alto (Lleida) y el más bajo (San Sebastián) supera los 625 euros. La OCU alerta sobre las «enormes diferencias» existentes entre provincias, que a su juicio acrecientan las desigualdades fiscales. Estas divergencias operan también respecto a las bonificaciones. Por ejemplo, en la bonificación por vivienda de protección oficial, la ley contempla tres años de reducción del 50% del IBI. Sin embargo, capitales como Barcelona y Salamanca admiten siete años más de bonificación.
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