La inflación ha vuelto a batir récords en el mes de noviembre, pero modera su subida. Después de cerrar octubre en el 5,4%, la tasa más alta en casi 30 años, el índice de precios al consumo ha vuelto a romper otra marca. Según el indicador adelantado que publica el INE, los precios repuntaron hasta el 5,6% interanual. Esta alza es la más alta desde septiembre de 1992, pero supone un freno en la escalada, de 1,4 puntos porcentuales en octubre.
El alza se debe tanto a la subida en términos mensuales, como al hecho de que en noviembre de 2020 los precios bajaron en tasa mensual, castigada la demanda por el repunte de la pandemia de Covid-19. Los precios subieron un 0,4% entre octubre y noviembre 2021, de manera que la tasa mensual del IPC lleva cuatro meses al alza, aunque este aumento es el menor de ese periodo
El INE no detalla en esta primera estimación la aportación a los precios de cada una de las categorías, algo que hará a mediados de mes con el primer dato consolidado, pero el organismo sí aclara que el alza de la inflación obedece al alza del precio de la energía, con la gasolina como gran motor, y también de los alimentos.
«En este comportamiento destacan las subidas de los precios de la alimentación y, en menor medida, los carburantes y lubricantes para vehículos personales, frente a los descensos registrados en noviembre del año pasado», señala el organismo en un comunicado. En noviembre del año pasado, el IPC cayó un 0,8%.
La inflación subyacente, que mide los precios sin los elementos más volátiles, como energía o alimentos frescos, cierra el mes en el 1,7%, una subida de 0,3 puntos que sugiere que la presión de precios se está trasladando a otras áreas de la economía. Es la tasa más elevada desde julio de 2013 y contrasta con el alza del 0,2% interanual del mismo mes del año pasado.
El precio de los bienes relacionados con el Covid subió un 2,5% interanual, mientras que el de los servicios ligados al virus se disparó un 13,4%, según el INE. El de los alimentos subió un 3,2%: el de los no elaborados avanzó un 3,7% y el de los elaborados, un 2,5%. Así, el disparado precio de la energía va contaminando al resto de los productos de la cesta de la compra. Tanto la electricidad como el gas y el petróleo han llegado en el presente mes a niveles récord, lo que se traslada de manera clara a la alimentación y a los carburantes.
Los precios de exportación de productos industriales subieron un 15,7% interanual en octubre, pero los de importación se dispararon aún más: un 22,8%. Es decir, España continúa importando inflación. Por cuarto mes consecutivo son las tasas más altas desde 2006, cuando comenzó la serie del INE. La luz pasó de marcar una media en el mercado mayorista de 67 euros el megavatio en mayo a más de 100 en agosto, 155 en septiembre, en octubre apenas ha bajado de los 200 y en noviembre se ha mantenido en estas cotas. Estos precios se trasladan a la factura de la luz a los clientes que tienen contratado el precio regulado PVPC, unos 11 millones de hogares.
No obstante, tanto la subida de la luz como la del precio del gas en los mercados internacionales (principal motivo del alza de precios eléctricos) tiran también de la demanda de otras fuentes de energía, por lo que también los derivados del petróleo suben y castigan el bolsillo de los consumidores.
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