La Comisión Europea (CE) ha elevado sus previsiones de crecimiento del PIB para este año del 2,8% al 3,1% y del 2,4% al 2,5% para 2018, con una moderación del 2,1% en 2019. Eso sí, hay un peligro para el crecimiento y se llama Catalunya, si bien evita ponerle cifras al impacto que provocaría. La institución cree que el conflicto catalán puede ser un “riesgo” para el PIB en el futuro. “La reacción de los mercados a los acontecimientos recientes en Catalunya ha sido contenida”, recoge en sus previsiones de otoño, pero “hay un riesgo de que los acontecimientos del futuro puedan tener un impacto en el crecimiento”.
El coste que supondrá, empero, “no se puede anticipar a estas alturas”. En cualquier caso, el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, detalló en rueda de prensa que todo impacto será “limitado”, incluso “desdeñable”, tanto en España como en la zona euro y Europa. El político francés evitó ir más allá para no “especular”.
El coste de la crisis en Catalunya sí se ha plasmado en otras previsiones. El Gobierno ya rebajó el crecimiento previsto para 2018 en tres décimas –unos 3.000 millones, aunque Economía elevó el coste a 5.000 millones- al enviar el plan de presupuestos a Bruselas, donde preveía un alza del 2,3% en el PIB, inferior al 2,6% previo.
En una línea similar se sitúa el Banco de España, que cree que Catalunya puede incluso entrar en recesión si el proceso se encona. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) va más allá y apunta que el golpe llegaría a los 12.000 millones de euros y el crecimiento sería del 1,5% en el peor escenario.
En los meses previos al referéndum del 1-O y la declaración de independencia catalana, “lejos de desacelerar, como se esperaba en primavera, la actividad económica de España aceleró en el segundo trimestre” de este año. “El fuerte consumo privado y las exportaciones sólidas” lo explican, dijo Moscovici. La “ralentización del consumo privado” y el fin de algunos vientos de cola –precio del crudo al alza, por ejemplo- argumentan unas previsiones más conservadoras para 2018 y 2019, siguió.
Pero no todo es Catalunya. También aporta incertidumbre la falta de presupuestos para 2018 o el impacto del rescate de las radiales en el cumplimiento del déficit. Aun así, la previsión es cerrar el año con un descuadre del 3,1% y salir en 2018 del déficit excesivo con el 2,4%. Para 2019, la cifra cae al 1,7%.
En cuanto al paro, las cifras que manejan las autoridades comunitarias pasan por bajarlo al 17,4% en 2017, al 15,6% en 2018 y al 14,3% en 2019. Con respecto a la deuda pública, la nueva proyección de Bruselas prevé que cierre 2017 en el 98,4% del PIB y que se reduzca hasta el 96,9% en 2018 y hasta el 95,5% en 2019. Así, se rozará el 100% por otro par de años. “El problema de la deuda no ha quedado atrás”, dijo categórico Moscovici. Lejos quedan los porcentajes del 35% previos a la crisis.
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