La noticia sorprendía a todos. Cuando apenas faltaba una semana para que cumpliera su primer año en el cargo de fiscal general del Estado, José Manuel Maza fallecía este sábado en Argentina como consecuencia de una insuficiencia renal aguda. Se encontraba en Buenos Aires participando en la reunión de la Asociación Iberoamericana de Ministerios Públicos (AIAMP), que se ha celebrado esta semana.
Las reacciones no tardaron en llegar. El mundo de la justicia se ha volcado en su adiós a un jurista de reconocido prestigio, admirado y querido por sus compañeros de profesión, y que dedicó su vida a la justicia como fiscal, magistrado y abogado.
La propia Fiscalía General del Estado emitía un comunicado en el que subrayaba que, durante su mandato al frente del Ministerio Público, «supo granjearse el respeto y la admiración de quienes trabajaron junto a él». Y añadía que «desempeñó sus funciones con total entrega y dedicación, al servicio del Estado de Derecho y en defensa de la legalidad y del interés social».
Una de las despedidas más sentidas ha llegado por parte de sus compañeros fiscales. Las tres asociaciones que representan al colectivo -la Asociación de Fiscales, la Unión Progresista de Fiscales y la Asociación Profesional Independiente de Fiscales- han emitido un comunicado conjunto en el que reconocen «no sólo la valía de un gran jurista, sino de un hombre bueno». «El Ministerio Fiscal le debe un especial reconocimiento no sólo porque en este tiempo se hizo con nosotros un fiscal más sino porque entendió lo que era ser fiscal: la fidelidad y la lealtad a la institución», señala el comunicado.
Los fiscales subrayan, además, que «fue siempre su guía el principio de legalidad», y señalan que «lo plasmó en sus sentencias y lo demostró hasta el último día en la Fiscalía». Destacan que «dirigió la institución en uno de los momentos más difíciles de la Democracia con una extraordinaria dignidad, firmeza en la aplicación de la legalidad, con constante apoyo a los fiscales que en estos tiempos convulsos más lo necesitaban».
Desde el Ministerio de Justicia, Rafael Catalá le ha recordado como «un jurista brillante, intelectualmente admirable, que extrajo como pocos la esencia del Derecho y de la Historia, la mezcló con la criminología y la enriqueció con la especialidad penal, mostrándose siempre como un esgrimista jurídico difícilmente superable».
El Consejo General del Poder Judicial, presidido por Carlos Lesmes, ha acogido «con profundo pesar» el fallecimiento del fiscal general, destacando que para el órgano de gobierno de los jueces «constituye un motivo de especial tristeza la repentina pérdida de un servidor público como José Manuel Maza, cuya trayectoria representa la plasmación de los valores de dedicación y entrega a la Justicia». En un comunicado enviado poco antes de la medianoche del sábado, el CGPJ incidía en que «merece ser destacada su honda vocación de servicio a lo largo de su trayectoria tanto en la carrera judicial como en la fiscal» y «expresa sus más sinceras condolencias por su triste pérdida».
También desde el Tribunal Supremo, órgano al que pertenecía hasta ser nombrado fiscal general, han manifestado «su más profundo pesar», recordándole como «dedicado servidor de la Justicia». «Cuantos hemos tenido la fortuna de compartir con él el servicio público, recordaremos su extraordinaria calidad humana, su lucidez y su integridad profundas y, sobre todo, su abnegado servicio a España», han afirmado sus antiguos compañeros. El Alto Tribunal añade, además, que «su marcha constituye un penosísimo golpe, pero el enorme vacío que deja entre nosotros será siempre un espacio dedicado a su recuerdo», concluye el comunicado.
Por su parte, el presidente y todos los magistrados del Tribunal Constitucional han lamentado «profundamente» el fallecimiento y han expresado su más sentido pésame tanto a la familia como a las carreras fiscal y judicial, «que ejerció con profesionalidad y dedicación ejemplares».
Desde el mundo de la abogacía también han sido muy numerosas las expresiones de pesar y condolencias, especialmente entre los profesionales especializados en materia de compliance penal y cumplimiento normativo, un ámbito en el que Maza era uno de los mayores expertos. Antes de su llegada a la Fiscalía, como magistrado de la Sala Penal del Tribunal Supremo, fue pionero en la aplicación de la normativa en materia de responsabilidad penal de las personas jurídicas. No en vano, fue ponente de la primera sentencia que dictó el Alto Tribunal en la que se condenaba a una empresa penalmente.
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