Andalucía, Comunidad Valenciana y Asturias se rebelaron contra la negociación y tramitación exprés del nuevo Cupo, por el que País Vasco sale aún más beneficiado que en el vigente. Las tres comunidades socialistas exigen que el Cupo se negocie en el marco de la reforma de la financiación autonómica, es decir, de forma pública, con luz y taquígrafos, y multilateral.
Estas regiones del PSOE mostraron ayer su desacuerdo con la forma y el fondo de esta negociación y alertaron sobre sus posibles consecuencias. El Pleno del Congreso aprobó ayer la tramitación de urgencia, por la que la reforma del proyecto de Ley del Cupo y del proyecto de Ley del Concierto se aprobará en lectura única, sin ponencia y sin que se admitan enmiendas parciales, con lo que mañana serán validadas y pasarán al Senado.
Tan sólo Ciudadanos y Compromís se opusieron ayer a estas formas, que ya aprobó la Mesa con los votos de PP, PSOE y Podemos. El presidente de Cs, Albert Rivera, afirmó que la forma en la que se van a tramitar los proyectos de ley no tiene en cuenta las «implicaciones increíbles» que tendrán «en los bolsillos de los españoles». Rivera se quejó de un formato que a su juicio supone un «atropello parlamentario».
El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, subrayó ayer la necesidad de abordar la fase final de negociación para la reforma del modelo de financiación autonómica e indicó que «no tendría ningún sentido que se aprobara el Cupo vasco y no se aprobara el nuevo sistema de financiación». Así se pronunció en Orihuela (Alicante), al ser preguntado sobre la postura de Compromís, que anunció su voto en contra del cupo vasco por «rebeldía», al considerar que representa la desigualdad de la financiación autonómica mientras no se ejecuta el cambio de modelo. Puig hizo estas declaraciones al día siguiente de reunirse con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que apoya el nuevo Cupo. La portavoz parlamentaria socialista, Margarita Robles, defendió ayer el Cupo como hecho diferencial que hay que proteger porque está en la Constitución.
El presidente del Principado de Asturias, Javier Fernández, reclamó ayer una financiación autonómica que sea solidaria, abogó por aprobar la Ley del Cupo vasco dentro de unos meses cuando se negocie el sistema de financiación autonómico y rechazó el «apaño económico» que supondría extender el modelo de concierto para Cataluña.
El regidor autonómico mostró su preocupación por que el cambio en el modelo de financiación para Cataluña «forme parte de las ofertas de solución al conflicto catalán». «Sería ingenuo si no lo considerase», señaló. En este sentido mostró su «negativa rotunda» a la extensión del modelo de concierto y a un acuerdo bilateral entre la Generalitat y el Gobierno de España.
A su vez, el Gobierno andaluz defendió ayer que sería «deseable» que el Cupo vasco se discuta «al mismo tiempo» que el nuevo modelo de financiación. Así lo dijo la presidenta de la Junta, Susana Díaz, en Bruselas. «Es lo que debe hacer un presidente responsable», remarcó.
«No aceptamos desigualdades», sostuvo el vicepresidente andaluz, Manuel Jiménez Barrios, quien también urgió al ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, a «aclarar lo que dice fuera pero que no dice dentro», en lo relativo a un posible pacto fiscal para Cataluña.
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