Madrid y Barcelona han presentado en el Foro Exceltur la estrategia que van a poner en marcha para tratar de frenar el fenómeno de los pisos para turistas, que han generado algunos efectos colaterales como el fuerte incremento del precio de la vivienda, la desaparición de un gran número de comercios y los conflictos de convivencia entre vecinos y turistas. Luis Cueto, coordinador general del ayuntamiento de Madrid, apuntó que ese fenómeno está impidiendo que muchos vecinos puedan vivir en el barrio que quieren. “Madrid acogió 9 millones de turistas y 19 millones de pernoctaciones.
Va como un tiro, pero no hay que quemar la gallina de los huevos de oro. Estamos de acuerdo con la economía colaborativa cuando es de verdad. Vamos a utilizar los instrumentos que tengamos a mano para equilibrar el turismo. No se puede pasar de nueve a 18 millones de turistas. Eso es una locura”, remarcó. En su opinión, la línea de actuación para controlar los pisos turísticos es limitar el número de días de alquiler a 90 días. “Vamos a hacer lo posible para que se pueda alquilar por 90 días y a partir de ahí que sea considerada como una actividad económica y haya que regularla”, apuntó.
Por su parte, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, remarcó que el crecimiento imparable de los pisos turísticos requiere una planificación para evitar que sigan creciendo a tasas anuales del 20% e insistió en que la moratoria para la construcción de hoteles en determinadas zonas se mantendrá para mantener un control de la demanda. En este punto, el consejero delegado de NH, Ramón Aragonés, acusó a Colau de culpar a los hoteles de generar ese rechazo a los turistas y apuntó que la responsabilidad era de los apartamentos turísticos.
“Los hoteles no han creado la situación de turismofobia, sino que han creado millones de empleos. Estoy de acuerdo en que no haya ni una plaza más en determinadas zonas. Pero no puede haber ni una plaza más ni reglada ni no reglada”.
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