Las precarias condiciones laborales y salariales de las mujeres no sólo se deben a que son mayoría en el trabajo a tiempo parcial, a las dificultades para conciliar y a los bajos salarios en comparación con los hombres. Hay que añadir además la discriminación que las empresas introducen a través de los complementos salariales, según ha denunciado Comisiones Obreras (CCOO), sindicato que cifra la brecha salarial en el 22,9%, es decir, las mujeres cobran el 77,1% del sueldo de los hombres.
En un informe sobre la brecha de género en materia laboral, este sindicato denuncia que el 44% de la menor retribución mensual de las mujeres se debe a estos complementos que las empresas conceden discrecionalmente. Así, en promedio, los hombres cobran todos los meses 613 euros en complementos salariales, mientras que las mujeres cobran sólo 427 euros.
En unos casos estos suplementos del salario regular retribuyen aspectos masculinizados del trabajo, como el esfuerzo físico, la penosidad, la nocturnidad, o la disponibilidad horaria; mientras que no se retribuyen los atributos feminizados, como son la atención, la precisión o la resistencia, subraya CCOO.
Junto al trabajo a tiempo parcial, esta sería una de las causas más destacadas de las diferencias de retribución entre ambos sexos en las mismas condiciones de trabajo y con las mismas habilidades. Las mujeres además soportan la carga de la conciliación y del cuidado de familiares dependientes.
Pagar para que un tercero cuide de los hijos o de los familiares enfermos mientras una mujer va a trabajar es caro y casi al alcance exclusivamente de las rentas más altas. Pero tiene un coste adicional para las trabajadoras al convertirse en un obstáculo para su vida laboral hasta el punto de no compensarles si el salario apenas cubre lo que se paga a un cuidador. Con datos de empleo, contratación y salarios por sexos CCOO ha determinado que una de cada tres trabajadoras se declara inactiva porque no puede asumir el coste de los cuidados de familiares.
En el actual mercado laboral el 75% de los asalariados que tienen jornada parcial son mujeres que en su mayoría la realizan de forma involuntaria, porque no hay empleo a tiempo completo.
Según datos oficiales recogidos por CCOO, las mujeres ocupadas dedican a las actividades del hogar y familia 3 horas y 46 minutos diarios, frente a 2 horas y 21 minutos que le dedican los hombres ocupados. Si a esto se le añade que las mujeres representan el 70% de los asalariados con ingresos inferiores al salario mínimo (10.302,60 euros al año), el resultado es que hay una menor tasa de actividad femenina debido al cuidado de hijos y familiares dependientes. Esto condiciona su papel en la sociedad y pasan a ser inactivas ya que ni trabajan ni buscan empleo, según el sindicato.
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