El presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), José María Marín Quemada, ha defendido este jueves que la economía colaborativa es un fenómeno que «no se puede ni debe parar, por las posibilidades de competencia, eficiencia, ahorro, creación de empleo y generación de recursos y PIB» que ofrece. Quemada ha intervenido en unas jornadas de la Organización Empresarial de Logística y Transporte (UNO), donde la patronal del sector ha pedido fijar un plan para evitar la competencia desleal en la economía digital.
«Las iniciativas empeñadas en frenar estas nuevas formas de negocio están orientadas solo a ganar algo de tiempo, lo único que aparentemente van a poder conseguir», ha comentado Marín Quemada. El presidente de la CNMC ha dicho que los negocios tradicionales «deben adaptarse» a la entrada de los nuevos competidores y «hacerse fuertes» porque si no «se van a ver fuera del mercado». Marín Quemada ha explicado que ellos van a oponerse a la persistencia de algunos antiguos modelos de negocio que «están tratando de anular y destruir las nuevas prácticas que vienen de la mano de la digitalización».
En cuanto a las declaraciones de Fedetaxi, que le acusa de estar de lado de empresas como Uber y Cabify, Marín Quemada ha asegurado que ni apoya a este tipo de compañías ni deja de apoyar al taxi. «El taxi es un sector extremadamente sensible y entendemos que afecta a muchas personas, pero también que las otras empresas, que tienen un modelo distinto, están señalando un camino al futuro y nada impide que el sector más tradicional se adapte a él y ambas compitan en igualdad de condiciones», ha afirmado.
Precisamente ese ha sido el reclamo de la mayoría de los participantes en la jornada: una regulación para las nuevas economías colaborativas que permitan competir a los actores del sector en igualdad de condiciones. Así, el secretario general de UNO, Francisco Aranda ha pedido fijar una hoja de ruta para abordar las condiciones de reparto derivadas de los nuevos modelos de negocio surgidos con la economía digital para que no existan «repartidores de primera y segunda».
«Apostamos por una nueva reglamentación en las que se mantengan unas condiciones de trabajo dignas, se defiendan los derechos de los consumidores y las exigencias y condiciones sean las mismas para todos los operadores. Apostamos por la libre competencia. El entorno está cambiando y cambia muy rápido y pedimos a las autoridades que tomen cartas en el asunto», ha comentado.
Por su parte, el director de relaciones institucionales de Uber, Ildefonso Pastor, ha aclarado que no es que exista una normativa reguladora desigual, sino que «está pensada para un momento en el que el teléfono móvil era una cosa del futuro». «El impacto que tiene Uber en el sector del taxi es residual, ya que ellos recogen a la mayoría de sus clientes en parada», ha defendido de su plataforma. Pastor ha adelantado que están buscando maneras de optimizar los trayectos para que cuando personas que viajan hacia el mismo lugar puedan unirse.
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