Señal de alivio generalizado para la economía británica y europea y muy en particular para sectores como el bancario, el asegurador o el aéreo que tienen garantizado una ampliación del plazo, hasta enero de 2021, para la consumación real del brexit. El negociador jefe de la Unión Europea (UE) para el brexit, Michel Barnier, ha asegurado este lunes que Bruselas y Londres han alcanzado un acuerdo sobre el periodo de transición de unos dos años una vez que el Reino Unido abandone la UE.
«Hemos alcanzado un acuerdo sobre el periodo de transición», señaló Barnier con satisfacción durante una rueda de prensa en Bruselas junto al secretario de Estado británico para el brexit, David Davies. El periodo durará hasta el 31 de diciembre de 2020.
«Estamos ante un paso decisivo», ha señalado Barnier tras concluir una ronda de negociaciones que ha calificado como «intensa». El equipo de Barnier y el de Davies han regateado desde el viernes (16 de marzo) hasta la madrugada de este lunes para pactar un acuerdo de transición «que permitirá a la administración y a las empresas británicas prepararse para el futuro y que también da tiempo a la UE», según resume Barnier.
El período transitorio, solicitado por la primera ministra británica, Theresa May, permitirá a las empresas seguir operando con total normalidad tras la salida oficial del Reino Unido el 29 de marzo de 2019. Un plazo reclamado con insistencia por las compañías con actividad a ambos lados del canal de la Mancha, que temían verse abocadas a final de este año a una readaptación abrupta si no se logra un pacto sobre el periodo transitorio.
May dijo este lunes que el acuerdo demuestra que con «buena voluntad» de ambas partes «podemos llegar a un acuerdo para el futuro que sea de interés para el Reino Unido y de interés para la Unión Europea». La primera ministra intenta presentar el acuerdo como una victoria. «Creo que el mensaje que el pueblo puede sacar de esto es que antes de diciembre, la gente cuestionaba si íbamos a tener un acuerdo entonces. Y lo tuvimos. La gente cuestionaba si tendríamos un acuerdo hoy y lo tenemos», ha señalado May.
Sin embargo, los términos del pacto apuntan a una clara victoria, otra más, de la Unión Europea. Londres ha tenido que comprometerse a reconocer los mismos derechos a los ciudadanos que lleguen a territorio británico durante el período de transición que a los ya residentes antes del 29 de marzo.
El gobierno de May también acepta aplicar sin rechistar la legislación comunitaria durante los 21 meses de transición, incluso la que se apruebe después del 29 de marzo de 2019 sin que Reino Unido pueda opinar ni votar. Más humillante aún parecen las concesiones sobre Irlanda del Norte, porque Londres acepta que ese territorio británico siga dentro del mercado interior europeo mientras no se logre una solución que evite colocar una frontera física con la República de Irlanda (socio de la UE).
A cambio, Reino Unido ha logrado la posibilidad de poder negociar acuerdos comerciales con terceros países durante el período de transición, una demanda de Londres para empezar a recolocarse en la escena comercial global. El presidente de EE UU, Donald Trump, ofreció el año pasado a Londres una rápida negociación para un acuerdo bilateral.
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