Las inusitadas movilizaciones que protagonizaron los secretarios generales de CC OO y UGT ante la sede de la patronal son agua pasada y las protestas previstas para el 16 de junio han quedado “suspendidas”, que no “desconvocadas”, según responsables sindicales. Dependiendo a quien se pregunte los motivos por los que se han reactivado las conversaciones y están ya “muy maduras”, según reconoció ayer mismo la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, son distintos.
Pero lo que está claro es que hay dos cuestiones que han hecho que el pacto pueda cerrarse esta misma semana con un preacuerdo que deberá ser ratificado por las organizaciones firmantes. La primera es que la recomendación de subida salarial se fije en el entorno del 2% más un punto de productividad en las empresas y sectores que puedan y quieran permitírselo.
Y, en segundo lugar, y no menos importante, que los empresarios hayan aceptado a mencionar la intención de llegar a un salario mínimo de convenio –que no legal– de 1.000 euros al año en 14 pagas (14.000 euros anuales) en el horizonte del año 2020. Si bien, según fuentes consultadas la redacción final de esta recomendación será los suficientemente ambigua como para que no se vea como una obligación empresarial.
En cualquier caso, el colectivo afectado por estas subidas no será tan amplio como pudiera imaginarse. De hecho, en la actualidad ya existen grandes convenios sectoriales de carácter nacional que recogen salarios mínimos de entrada a las empresas de esos sectores que superan los 14.000 euros anuales que están negociando actualmente la patronal y los sindicatos para 2020.
En concreto, hay ya dos millones de trabajadores que en su convenio colectivo sectorial nacional de referencia a finales de mayo se recogían salarios mínimos para las categorías más bajas de cuantías superiores a los citados 14.000 euros.
En una muestra de 58 grandes convenios colectivos sectoriales nacionales que son de referencia para casi 5 millones de asalariados (el 60% de los protegidos por la negociación colectiva), se observa que los salarios más bajos de estos acuerdos colectivos oscilan entre los 14.229 euros anuales para los peones y limpiadores del convenio de Fabricación de alimentos compuestos para animales y los 18.589 euros al año que recoge el convenio colectivo de Banca para los niveles de acceso, según lo pactado en 2018. Este último acuerdo afecta a 103.593 empleados.
Si bien, aunque es necesario precisar que estas cuantías en los salarios más bajos de los convenios no son regla general, sí llama la atención algún caso por el importante número de trabajadores a los que afectan. Un ejemplo es el V convenio general del sector de la construcción, bajo cuyo paraguas están 1,12 millones de trabajadores y que recoge una remuneración mínima para el nivel XII de 1.159,61 euros al mes (16.234,53 euros anuales) para el presente ejercicio.
Por otra parte, el impacto de la recomendación para la subida salarial del entorno al 2% este año también será limitado, ya que en lo que va de 2018, casi 5,8 millones de trabajadores han cerrado sus condiciones laborales y han pactado su alza retributiva para el ejercicio.
De hecho, esos pactos recogen una subida salarial media del 1,59%. Este aumento es menor en los convenios de empresa, que recogen alzas medias pactadas de 1,29% para este año; aunque estos pactos solo afectan a unos 400.000 trabajadores. Mientras que 5,3 millones de asalariados protegidos por convenios sectoriales de ámbito superior a la empresa verán subir sus sueldos este año un 1,6%.
Además, también hay más de 611.000 trabajadores que ya han pactado para 2018 un incremento retributivo de más del 2% para este año. Las recomendaciones que ahora pacten patronal y sindicatos, tendrán por tanto mayores efectos en 2019 y 2020.
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