El Banco de Pagos Internacionales (BPI) observa que las economías emergentes están mejor preparadas que en los años noventa para tensiones financieras ante la subida de los tipos de interés en EE.UU. y la apreciación del dólar, que ya ha generado salidas de inversión de cartera.
El BPI presenta hoy su informe anual en el que repasa sus actividades y sus resultados financieros durante el último ejercicio y traslada el tradicional análisis de la economía mundial al nuevo informe económico anual. Uno de los riesgos para el crecimiento económico global actual, que ya ha vuelto a los niveles anteriores a la crisis es, según el BPI, una subida de los tipos de interés en EE.UU., que dificulte las condiciones financieras en todo el mundo, especialmente en las economías emergentes porque están muy endeudadas.
«La depreciación del dólar en 2017 propició unas condiciones financieras más laxas en todo el mundo, pero en particular en las economías de mercado emergentes», comentó el director general del BPI, Agustín Carstens, en la Asamblea General Anual de la institución. «Estas relajadas condiciones financieras contribuyeron a agravar las vulnerabilidades. En episodios pasados, este tipo de vulnerabilidades han sido el preludio de una gran variedad de problemas, incluidas recesiones», añadió Carstens.
«Una desaceleración de la economía real puede ser el principal riesgo a vigilar si las emergentes continúan experimentando un endurecimiento de las condiciones financieras», advierte el BPI en el informe. «En China, la mayor economía en la que se observan signos de desequilibrios, las autoridades han tomado medidas para reequilibrar la expansión y frenar algunos de los excesos financieros más preocupantes», dice el BPI. La rentabilidad de la deuda del Tesoro estadounidense a diez años superó el 3 % a finales de abril, lo que endureció las condiciones financieras y apreció al dólar, creando tensiones en algunas economías de mercado emergente como Argentina y Turquía.
Argentina subió su tasa de interés principal 12,75 puntos porcentuales en abril y mayo, hasta el 40%, y Turquía la suya en 3 puntos, hasta el 16,5%, para frenar las salidas de capital. Al final, Argentina ha solicitado en mayo un programa de ayuda al Fondo Monetario Internacional (FMI).El BPI considera que es demasiado pronto para decir si las tensiones en las economías emergentes serán contenidas o se propagarán, pero reconoce que la mayoría de ellas está mejor preparada para afrontar tensiones financieras que a mediados de los años noventa del siglo pasado.
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