El anticipo es una de las vías que contempla el plan de ayuda anunciado por el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Abel Caballero, para asistir a los 200 ayuntamientos con una situación financiera deficitaria. En realidad, se trata de una de las medidas que ya se activaron en 2013 para dar cobertura financiera a 314 ayuntamientos con problemas económicos.
En esa fecha se les ofreció, entre otras soluciones, reducir la retención en la participación de los ingresos del Estado para pagar deudas con Seguridad Social y Agencia Tributaria, se les dio acceso a anticipos, como en el caso de Puerto Real, y se les permitió cambiar deuda a corto por largo plazo. El nuevo plan irá en esa línea, tal y como apuntan fuentes de Hacienda, aunque algunos ayuntamientos muestran sus reticencias respecto a la pesada digestión financiera que este tipo de ayuda deja en las arcas municipales.
Es el caso de Cartagena, que a finales de 2015 tenía una deuda de 131 millones de euros, lo que le situaba en la posición 1.103 de los 8.119 consistorios censados en España. Los recortes draconianos aplicados en los últimos años le han permitido salir del plan de ajuste pactado con Hacienda, pero a cambio se han quedado con una plantilla muy disminuida. Fuentes municipales lo achacan a la coincidencia del bloqueo de la oferta de empleo público con la jubilación de un gran número de funcionarios en el consistorio, lo que ha dejado al municipio con escasos recursos humanos para prestar unos servicios de calidad.
El recorte de gastos se ha visto acompañado de un incremento de impuestos y tasas sin parangón. Entre ellos, destacan la tasa de recogida de basuras, que se incrementó un 10% en 2014 y un 5% en 2015 o la aprobación de la revisión catastral para elevar la recaudación por IBI. “Ello supondrá, como mínimo, un aumento del valor catastral del término municipal de un 100%, sin contar los nuevos suelos que adquirirán carácter de urbano”, apuntaba el plan de ajuste.
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