El Gobierno se inclina por utilizar el índice de precios de consumo (IPC) del pasado noviembre como dato para revalorizar las pensiones que cobrarán los jubilados españoles el próximo año, lo que supondría un aumento del 1,7%, según fuentes de los ministerios de Trabajo y Seguridad Social y de Hacienda. La decisión todavía no es definitiva, y podría tomarse como referencia final el IPC de diciembre, pero solo en el caso de que sea igual o superior al de noviembre. En todo caso, se optará por la referencia que sea más beneficiosa para los pensionistas, recalcaron las fuentes, y no quedará nunca por debajo del citado 1,7% de noviembre.
Otra de las posibilidades que se están barajando es revalorizar las pensiones basándose en el IPC medio de todo el año, pero partiendo siempre de la premisa de que el aumento no será inferior al 1,7%. Esta décima de diferencia con la subida del 1,6% contenida en los Presupuestos del 2018 comportará un incremento de gasto de 128,6 millones para en Estado este año.
La medida de revalorizar las pensiones de acuerdo con el IPC, como se había hecho hasta el 2013 antes de la última reforma del Gobierno del PP, se adopta para cumplir uno de los últimos acuerdos de la comisión del Pacto de Toledo, encargada de velar por la sostenibilidad del sistema de pensiones. Al recuperar este punto de referencia, el Gobierno de Pedro Sánchez no consideró que estuviese obligad a hacerlo con el mismo mes de antes de la reforma, noviembre, y abrió la posibilidad de fijarse en el de diciembre al ser el de cierre de año.
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