Italia y Bruselas ya tienen fumata blanca. El Gobierno de Giuseppe Conte ha pactado con la Comisión Europea unas cuentas para 2019 que sí reciben el visto bueno del club comunitario, según informa la agencia Reuters citando a un portavoz del Ministerio de Economía italiano.
Por primera vez en su historia, en octubre la Unión Europea rechazó el borrador de las cuentas públicas de un Estado miembro. Y emplazó a Roma a remitir otro presupuesto, algo a lo que el Gobierno transalpino se negó en repetidas ocasiones
Los recelos de Bruselas versaban sobre la oposición de Italia de elaborar unas cuentas donde el objetivo de déficit se encuadrase entre los estándares europeos. La propuesta italiana se desviaba en más de medio punto del PIB, algo «inaceptable» para Bruselas.
La primera propuesta de Roma era que la brecha propuesta alcanzase el 2,9% frente al 1,8% de las cuentas de 2018. Finalmente, las partes han pactado que el déficit se sitúe en torno al 2,04%. Italia defendía que necesitaba nuevos objetivos que permitiese medidas expansivas del gasto para reducir la desigualdad, mientras que Bruselas opinaba que Italia no conseguiría así reducir su deuda.
«Tenemos una gran satisfacción por el resultado conseguido» afirmó el vice primer ministro Matteo Salvini en un comunicado en el que no mencionaba a la Comisión Europea o daba detalles del acuerdo. Una fuente del Gobierno italiano citada por Reuters afirma que Roma por el momento solo ha alcanzado compromisos verbales con Bruselas. Ha añadido que el acuerdo se materializará en la reunión de los comisarios de mañana miércoles.
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