Los datos ofrecidos este martes por la Agencia Tributaria revelan, entre otras cosas, que las mayores empresas del país pagan un tipo real del 16% sobre la base imponible de sus negocios en España, frente al 25% que les correspondería en función del tipo nominal de partida, o el 23% que pagan las pymes.
Más allá, los datos indican que el fisco solo ingresa el equivalente al 2,84% del beneficio total que logran globalmente los grupos bancarios, o el 5,99% de las del resto de grupos empresariales. Hay que tener en cuenta, en todo caso, que estas dos últimas cifras se basan en la ganancia total obtenido por las compañías españolas en todo el mundo, incluyendo aquellas por las que ya tributan en el extranjero.
La imagen más fiel a la realidad se logra haciendo el cálculo sobre la base por la que deben tributar en España, descontando el monto ya gravado por las Haciendas de otros países, así como las deducciones, créditos fiscales o bases imponibles negativas. Este cálculo indica que las empresas pagan de media un tipo efectivo real de Sociedades del 21,25% por su negocio español (18,96% cuando son grupos) y que la banca abona un 23,02% (22,43% en caso de grupos).
El gravamen general del impuesto de Sociedades es del 25% para el grueso de compañías y del 30% para entidades de crédito o petroleras. Así, los datos de la Agencia Tributaria, de 2016, ponen en negro sobre blanco que las compañías españolas pagan de media 3,75 puntos por debajo del tipo general que les corresponde por este tributo mientras que las entidades financieras abonan casi ocho puntos menos que lo inicialmente establecido para ellas. Fuentes financieras achacan la diferencia a que ese año Banco Popular perdió 3.485 millones de euros.
Uno de los pilares de la reforma fiscal que pretende impulsar el Gobierno de Pedro Sánchez con su plan presupuestario es fijar un tipo mínimo de sociedades del 15% para las grandes empresas en general y del 18% para banca y petroleras.
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