Las cuentas de los Presupuestos Generales del Estado del 2019 apuntan a que las empresas disfrutarán de deducciones y otras facilidades tributarias por valor de 3.461 millones, un 2,7% menos de los beneficios fiscales que han aprovechado en 2018. Esta estimación, admite Hacienda, no tiene en cuenta, sin embargo, el efecto que tendrá la creación de un tipo mínimo en el impuesto de Sociedades para que las grandes empresas, sujetas a un tipo nominal del 25%, no puedan aplicarse deducciones que rebaje los impuestos que pagan efectivamente por debajo del 15%. Para bancos y petroleras, con un tipo nominal de partida del 30%, el nuevo tipo mínimo será del 18%.
Estos límites a la aplicación de deducciones y exenciones reducirán con fuerza la capacidad de las compañías de aprovechar los beneficios fiscales presupuestados. Máxime teniendo en cuenta que los grandes grupos financieros (con más de 5.000 empleados) tributan de media al 17,94% sobres sus beneficios en España, y las empresas similares abonan el 16,34%, lo que indica que buena parte lo hace todavía por debajo, según los datos recopilados por la Agencia Tributaria.
En todo caso, habrá que esperar a ver si los Presupuestos logran apoyos suficientes para ser tramitados y aprobados para conocer el impacto de los nuevos tipos mínimos del impuesto de Sociedades que entrarían en vigor en la capacidad de las grandes empresas para aprovechar las deducciones a las que pueden acogerse.
Dicho esto, los principales beneficios fiscales previstos para 2019 por volumen son los relacionados con tipos reducidos de gravamen, que aprovechan las Socimis, las nuevas empresas, cooperativas o entidades sin ánimo de lucro, por un valor estimado de 547 millones. Esto es un 23,8% menos por la caída de los resultados contables de las sociedades de inversión que tributan al 1%, como las Sicavs. A su vez, subirán un 3,5% las deducciones por investigación en innovación (355 millones); caerán un 2,5% los saldos pendientes por inversión en años anteriores (344 millones); y se rebajan un 7,7% las deducciones por inversión en Canarias (216 millones), por ejemplo.
Por su parte, los beneficios fiscales que aprovechan las personas físicas sujetas al IRPF subirían un 15,3% hasta los 9.129 millones. Dentro de este capítulo, se dispara un 91%, hasta los 1.289 millones, la reducción por rendimientos del trabajo tras los cambios normativos de 2018. A su vez, sube un 34,5% la deducción por maternidad (hasta 1.030 millones); se incrementa un 25,4% la deducción por familia numerosa y personas con discapacidad a cargo (1.383 millones) y cae un 0,3% la reducción por tributación conjunta (1.070 millones), en lo que respecta a las principales bonificaciones.
Por políticas de gasto, el 15,4% de los beneficios fiscales se distribuyen entre pymes, actividades de comercio y turismo (5.738 millones); un 14,2% para agricultura, pesca y alimentación (5.304 millones); y un 13% para servicios sociales y promoción social (5.059 millones). Estos tres campos son objeto del 43% del total. Les siguen de lejos el ámbito de la sanidad, con un 9% (3.468 millones); el acceso a la vivienda y fomento de la edificación (6,5%, 2.419 millones) la educación (4,3%) y el transporte (4%).
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