La Federación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) destacó este lunes que las pensiones españolas son «de las más generosas» de la UE, al contar con la mayor tasa de sustitución cuando se compara la pensión que se cobra con el salario cobrado antes de la jubilación (la cuarta si se compara con el salario medio de la vida laboral). Además, Fedea advirtió de que «incrementar desmesuradamente el gasto en pensiones atenta contra la equidad entre generaciones», por lo que abogó por «distribuir más los esfuerzos» y no hacerlos recaer tanto como hasta ahora en las generaciones futuras.
Así se recoge en su informe ‘Pensiones: mitos y realidades’, presentado este lunes por el director de Fedea, Ángel de la Fuente, y el autor de la investigación, Miguel Ángel García, quienes aseguraron que el documento desmiente algunos mitos y afirmaciones como que las pensiones españolas no sean suficientemente altas o que se puedan financiar solamente cobrando más impuestos a las mayores rentas.
En este sentido, García afirmó que «la política tiende a complacer esos criterios y no se adoptan las medidas necesarias» para la sostenibilidad del sistema y criticó las últimas revalorizaciones en base al IPC y que se hayan abandonado las últimas reformas que introducían en los índices de Revalorización y Sostenibilidad. Asimismo, destacó que durante la crisis el colectivo pensionista «ha sido mejor tratado que el resto de la población», por lo que incidió en la necesidad de «distribuir con más equidad los esfuerzos» entre toda la población. Sobre este punto, el informe señala que desde 2007, el porcentaje de población por debajo del umbral de pobreza relativa en España creció hasta casi el 20%, mientras que la población pensionista en dicha situación se redujo del 15% en 2006 al 8,9% en 2016.
Por su parte, De la Fuente afirmó que los pensionistas «no han sido los que más han sufrido durante la crisis» y defendió que «una parte del ajuste en el futuro debería recaer sobre los ya jubilados» para que «a nadie la caiga un coste excesivo», al considerar, según palabras de García, que «incrementar desmesuradamente el gasto en pensiones atentará contra la equidad entre generaciones». «El sistema de pensiones tiene que colaborar con un comportamiento sano de la economía», afirmó García, quien advirtió de que «un sistema no puede ser al mismo tiempo muy contributivo y muy universal, ya que si son suficientes para todo el mundo entonces no se cumple con el elemento contributivo y se rompe con el principio de salario en diferido».
Sobre este punto, el autor del informe explicó que el sistema español es contributivo pero que una gran parte de la población cobra una pensión mayor a lo que le correspondería en función de lo aportado durante su vida laboral.
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