El dato supera incluso los 363.017 despidos que se produjeron durante el viernes negro del pasado día 31 de agosto, y evidencia la fuerte destrucción de empleo en el que fue el primer día laborable del año y, por lo tanto, la jornada en la que entró en vigor la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) pactada por Gobierno y Podemos.
En términos netos, señalan desde el Ministerio de Trabajo, el número queda parcialmente compensado por las más de 480.000 altas, con lo que en la variación final fue de algo menos de 125.000 despidos. Explican, además, que se debe tener en cuenta que los días 29 y 30 de diciembre fueron sábado y domingo, y que el 31 no fue laborable en la Administración, con lo que parte del abultado dato responde a un efecto arrastre como consecuencia del calendario. Y añaden que existen precedentes recientes en los que la cifra de bajas en el primer día del año superó también el medio millón. Pero, aun así, y siendo cierto todo lo anteriormente apuntado, el dato del 2 de enero de 2019 representa un récord histórico y es una buena muestra de lo que fue el primer mes del año.
En total, la Seguridad Social sufrió 204.865 bajas en todo enero, marcando así su dato más elevado en el citado mes desde 2013. A ello hay que sumar que el número de desempleados repuntó en más de 83.000, que en este caso es la peor cifra desde 2014, y que el número total de desempleados ascendió a 3.285.761 personas.
Estos negativos datos se conocieron apenas unos días después de que, el pasado viernes, el Banco de España advirtiese de que la subida de más del 20% que ha registrado el salario mínimo tendrá un negativo impacto sobre la creación de empleo. En concreto, el organismo dirigido por Pablo Hernández de Cos estima que el incremento destruirá 125.000 puestos en el presente ejercicio, afectando directamente a los trabajadores con rentas más bajas.
El informe sostiene que casi el 13% de los trabajadores que cobraban menos de los 900 euros hasta los que ahora se ha elevado el salario mínimo serán despedidos, y expone también que el fuerte incremento del salario mínimo interprofesional genera “una elevada incertidumbre al no existir subidas comparables anteriores”.
Sin embargo, el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, evitó hacer ningún tipo de relación entre las malas cifras y la subida del SMI. “No sé si a finales de año podremos encontrar algún tipo de correspondencia entre afiliación a la Seguridad Social y subida del salario mínimo, pero ahora mismo la correspondencia no existe”, afirmó en la rueda de prensa posterior a la publicación de los datos.
“Si la afiliación hubiese caído en 300.000 o 400.000, sí se habría podido ver una correspondencia, pero los datos de años anteriores han sido similares”, prosiguió Granado, que señaló la trascendencia de factores como el fin de la campaña de Navidad en la destrucción de puestos. “Es una cifra mala como suelen ser todos los meses de enero” pero “en términos desestacionalizados, la afiliación ha continuado subiendo”, añadió el responsable de Seguridad Social, que concluyó apuntando que será necesario esperar a los datos de febrero “para ver si en ese mes la afiliación se sigue comportando en el mismo carril que en enero”.
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