España cerró 2018 con un nuevo récord de turistas extranjeros (82,8 millones de turistas), pero las señales de desaceleración cada vez son más evidentes. Por un lado, los dos mayores mercados emisores (Reino Unido y Alemania), que aportan el 36% de viajeros internacionales a España, están dando muestras de flaqueza por diferentes motivos: el brexit y la depreciación de la libra están condicionando al turismo británico, mientras que la desaceleración económica y los mejores precios en otros destinos como Turquía o Egipto han provocado una fuerte pérdida de viajeros germanos.
Una situación que ha llevado al lobby Exceltur, en el que participan las principales compañías del sector turístico (NH, Meliá, Renfe, Amadeus, Facebook, Iberostar o Iberia, entre otras) a presentar un pacto de estado para la próxima legislatura (2019 a 2023) para preparar al sector ante la menor demanda, el cambio de ciclo económico y otros desafíos, como la gestión de las viviendas turísticas o la renovación de los hoteles del litoral.
Ese pacto de estado incluye 14 medidas diferentes, cuya aplicación, según los cálculos hechos por el lobby, garantizarían que el PIB turístico (la riqueza que genera el turismo en España) crecería a una tasa sostenida del 3%, un punto por encima del PIB de España. Ese escenario cambiaría radicalmente si no se aplican las medidas, puesto que reduciría el crecimiento del PIB turístico a una media del 1%. “Supondría una desaceleración progresiva del PIB turístico en un contexto de ralentización de la economía internacional donde en España no se toma ninguna medida efectiva de política turística de gran calado transformador”, remarca José Luis Zoreda, vicepresidente ejecutivo de Exceltur.
Y la primera petición es un mayor rango administrativo para el turismo y una mayor dotación presupuestaria. “Como mínimo debería contar con una Secretaría de Estado y con un presupuesto más adecuado acorde a su peso al PIB”, recalca en clara alusión a la infrafinanciación del turismo, que supone el 11% del PIB y el 13% del empleo en España. En los Presupuestos Generales del Estado de 2018 solo tenía asignados 336 millones de euros. “El turismo no va ni irá solo”, denuncia Zoreda.
El documento recalca la necesidad de abordar un Plan Renove del litoral español. “Es necesaria una ambiciosa política de estado en favor de la rehabilitación y la reconversión de destinos maduros de primera generación, con incentivos públicos y facilidades crediticias para que la inversión privada sea la principal locomotora”, subraya.
El lobby también considera necesario una revisión completa de las infraestructuras de transporte y su relación entre coste y beneficio ante el cambio de ciclo. En ese escenario, algunos gobiernos autonómicos y locales han aprobado tasas e impuestos sobre actividades turísticas que Exceltur rechaza. “Es necesario evitar subidas o nuevos impuestos o tasas discriminatorias que graven más al turismo en un entorno de ralentización, donde el resurgir de los países competidores, nos hace más vulnerables a elevación de precios”.
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