Endurecerá el embargo a Cuba y permitirá reclamar ante cortes estadounidenses propiedades en la isla que fueron expropiadas tras la Revolución cubana, pese a la oposición de España y otros países de la Unión Europea (UE). «Mañana, Estados Unidos pondrá fin a unos 20 años de suspensiones del Título III de la ley Helms-Burton», dijo hoy un alto funcionario estadounidense, que pidió el anonimato, a un reducido grupo de medios.
La reacción de la Unión Europea no se ha hecho esperar y ha advertido a Washington que cualquier movimiento para permitir que los ciudadanos estadounidenses demanden a las empresas extranjeras que hacen negocios en Cuba podría llevar a un desafío de la Organización Mundial del Comercio y a un ciclo de contra reclamaciones en los tribunales europeos. La UE está seriamente preocupada por la decisión del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, de poner fin a la práctica de suspender en forma rotativa durante seis meses una sección de la Ley Helms-Burton de 1996 que permitiría tales demandas, principalmente de cubano-estadounidenses.
Los comentarios se enviaron en una carta dirigida por la comisaria de política exterior de la UE, Federica Mogherini, y la comisionada de Comercio de la UE, Cecilia Malmstrom, al secretario de Estado de EE. UU., Mike Pompeo, con fecha del 10 de abril. Las dos ejecutivas de la UE hicieron un llamamiento a Washington de que considerara una exención constante para las empresas y los ciudadanos de la UE, mientras que el bloque suspende su en la OMC sobre el tema. «De no ser así, la UE estará obligada a utilizar todos los medios a su disposición, incluso en cooperación con otros socios internacionales, para proteger sus intereses», decía la carta, según informa la agencia Reuters.
La carta también decía que los tribunales de la UE estaban facultados para permitir que las empresas de la Unión Europea recuperaran las pérdidas causadas por reclamos sobre Cuba. Dijo que una abrumadora mayoría de los 50 mayores reclamantes, representando más del 70% del valor de las reclamaciones, tenía activos en la Unión Europea. «Esto podría desencadenar un ciclo contraproducente de reclamaciones que perjudicará el clima empresarial, sin llevar justicia a los titulares de reclamaciones, ni afectar la situación en Cuba de manera positiva»,
La administración de Trump anunció el 4 de marzo que permitiría demandas de ciudadanos estadounidenses contra docenas de compañías cubanas en la lista negra de Washington. Sin embargo, no llegó a permitir acciones legales contra extranjeros que habían usado propiedades confiscadas por el gobierno cubano desde la revolución de 1959, aunque dejaron la puerta abierta para hacerlo en el futuro.
Pompeo a principios de este mes extendió hasta el 1 de mayo la exención para firmas extranjeras. El movimiento de Trump marcó una intensificación de la presión de Estados Unidos sobre Cuba y también parecía apuntar a castigar a La Habana por su apoyo al presidente socialista de Venezuela, Nicolás Maduro.
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