La Encuesta de Población Activa (EPA) ofrece un saldo neto entre todo el empleo que se ha creado y se ha destruido en un trimestre y en los doce meses anteriores al periodo de referencia. Las cifras conocidas hoy reflejan así que en el saldo entre las ganancias y pérdidas de empleo entre enero y marzo de este año en comparación con el último trimestre de 2018 reflejan que hay 93.400 ocupados menos que cuando terminó el año, pero 506.900 más que hace un año.
Sin embargo, esto no es más que el resultado de una balanza entre lo que se crea y se destruye. Pero cuando se mira el detalle de lo ocurrido en el mercado laboral, el comportamiento del empleo en el primer trimestre de este año ha sido muy dispar según qué sectores se analicen. Así, por ejemplo, pese al saldo negativo en el trimestre, hubo casi 40 actividades económicas, de entre el centenar que cuantifica la EPA, que ganaron ocupados entre enero y marzo, mientras que los 60 restantes destruyeron empleo.
La lista de los diez sectores que crearon empleo en un trimestre tradicionalmente malo para el mercado de trabajo está encabezada por las actividades de educación, donde se crearon 46.200 empleos en el primer trimestre. No obstante, esta ganancia de ocupados podría estar condicionada al alza por aquellos trabajadores que en el último trimestre de 2018 declararon no estar trabajando al estar afectados por la práctica fraudulenta de dar de baja a los trabajadores en periodos vacacionales como la Navidad o el verano, y que después recuperaron su empleo a partir de enero.
En segundo y tercer lugar se situaron los sectores del «transporte terrestre y por tubería» y la «agricultura, ganadería y caza» que generaron 20.800 y 20.000 nuevos empleos en el primer trimestre, respectivamente. En el caso de la agricultura, por ejemplo, solo las provincias andaluzas con más peso de este sector (Almería, Huelva, Jaén y Córdoba) ganaron 34.200 ocupados.
Entre el resto de actividades que también crearon puestos de trabajo destacaron las de los sectores jurídicos y de consultoría (18.900 ocupados más); la programación y consultoría informática (13.300); el comercio al por mayor (11.900) o la fabricación de productos farmacéuticos (11.700) entre otros.
En total, los diez sectores que generaron nuevos puestos de trabajo en el primer trimestre sumaron unos 186.000 trabajadores más. Esta cantidad no sirvió para contrarrestar los 261.200 empleos que se perdieron en los otros diez sectores que destruyeron más ocupación en este mismo periodo. Así, la hostelería fue el sector más perjudicado en este trimestre en el que, a diferencia de 2018, no se celebró la semana santa, que se retrasó a abril este año. Tanto los bares y restaurantes como los hoteles y otros servicios de alojamiento destruyeron 51.600 y 35.200 empleos, respectivamente.
El fin de la campaña de Navidad repercutió en un empeoramiento del empleo en el comercio, a pesar de la celebración de las rebajas en enero, con una pérdida de casi 37.000 empleos en el primer trimestre. Las empresas de servicios a otras empresas y las actividades administrativas en general, también restaron 35.400 empleos en este periodo respecto a finales del año pasado.
Seguidamente se situó el sector de la Administración Pública, Defensa y Seguridad Social Obligatoria donde se destruyeron 20.100 empleos, que fueron compensados fundamentalmente por empleo público del sector de la educación, que sí generó empleo. Así, el sector público en general arroja un saldo positivo en el trimestre de 2.600 trabajadores más.
Otras cuatro áreas de actividad completan la lista de los sectores que más empleo perdieron entre enero y marzo: sanidad (con una caída de 17.100 trabajadores); sector financiero y de seguros (-16.200); la industria de la alimentación (destruyó 15.300 puestos) y las telecomunicaciones, con 12.800 trabajadores menos que en el cuarto trimestre de 2018.
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