Los asesores fiscales están recibiendo estos días un aluvión de consultas de sus clientes sobre estas cartas. Les consultan sobre los efectos de estas misivas de la Agencia Tributaria en las que advierte de que desde 2016 disponen de «la información de las entradas y salidas de todas las cuentas bancarias de los contribuyentes, tanto de las personas físicas como de entidades». A partir de esta información, el fisco ha calculado algunos ratios del negocio del contribuyente y los ha comparado con los del sector en que opera. «Estos datos pueden ser utilizados como indicio de riesgo fiscal cuando pongan de manifiesto inconsistencias», avisa Hacienda, según avanzó la Cadena Ser.
La Agencia Tributaria lleva tres años enviando este tipo de cartas a pymes de sectores muy concretos, explican desde el organismo público. En esta campaña ha enviado miles de misivas a pequeñas empresas de hostelería, talleres de reparación, peluquería y otras del comercio al por menor… Pero a diferencia de los años anteriores, en esta edición, las cartas están provocando cierto revuelo entre por varios motivos.
En primer lugar, el fisco incluye en el documento nueva información sobre diferentes indicadores de la empresa del contribuyente y los compara con la media del sector en el que opera. «Las ratios con las que se comparan las de la entidad se han extraído de las declaraciones del impuesto sobre sociedades presentadas por los contribuyentes del sector», precisa el Registro de Economías Asesores Fiscales (REaf), el órgano especializado en asesoramiento del Consejo General de Economistas, que ayer emitió una nota aclaratoria ante las dudas suscitadas por las cartas de Hacienda. Por ejemplo, compara el margen neto [resultado de explotación/cifra de negocio] de la empresa con el del sector o el cobro con tarjeta [total de cobros con tarjeta de crédito/cifra de negocio].
Luis del Amo, secretario técnico del REAF, explica que, por ejemplo, si una empresa declara que todos sus ingresos proceden de cobros con tarjeta, Hacienda podría interpretar que las ventas cobradas en metálico no las declara.
En segundo lugar, las principales asociaciones de autónomos y algunos asesores fiscales han contribuido a alimentar cierta alarma social. El presidente de la patronal de autónomos (ATA), Lorenzo Amor, explicó la semana pasada que están recibiendo llamadas de «muchos autónomos» para mostrar su «indignación» al considerar la carta de Hacienda «amenazante”. «Es una carta que está amenazando a los autónomos y no se tiene en cuenta que cada uno tiene su propia actividad, idiosincrasia y maneras», criticó Amor, quien lamenta que las cartas de esta campaña «están generando indignación y malestar».
El presidente de la otra patronal del sector UPTA, Eduardo Abad, fue más comedido y consideró que «ningún autónomo debe de sentirse amenazado si cumple con sus obligaciones fiscales, no tiene nada que temer». Y calificó como «indignante» que el asunto estallará a unos días de las elecciones autonómicas y municipales celebradas el pasado domingo.
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