El Consejo de Gobierno del BCE ha dado hoy una respuesta contundente al creciente desafío que supone la desaceleración económica y la tensión comercial, que amenaza con acelerar la llegada de una próxima recesión. La institución ha decidido retrasar hasta al menos el primer semestre de 2020 una posible subida de los tipos de interés en la zona euro, frente al horizonte anterior que marcaba finales de este año como fecha.
«El Consejo de Gobierno espera ahora que los tipos de interés oficiales del BCE se mantengan en los niveles actuales al menos hasta el primer semestre de 2020 y en todo caso durante el tiempo necesario para asegurar la continuación de la convergencia sostenida de la inflación hacia niveles inferiores, aunque próximos, al 2% a medio plazo», señala la institución en el comunicado difundido hoy.
El BCE también ha insistido en que seguirá reinvirtiendo de forma íntegra la deuda en balance que vaya venciendo por un tiempo prolongado tras el inicio de la subida de tipos, lo que garantiza la continuidad de las compras de bonos más allá de 2020.
El BCE ya reaccionó el pasado marzo, cuando decidió retrasar la fecha para una posible subida de tipos a finales de este año como pronto, lo que vino acompañado de su significativo recorte en la previsión de crecimiento y del anuncio de una nueva ronda de liquidez condicionada a la concesión de crédito, la tercera, con la que garantizar la financiación de empresas y particulares en un momento de declive económico. Pero desde marzo, la inestabilidad generada por la tensión comercial se ha agravado, ante lo que el BCE ha dado un paso más allá al retrasar de nuevo el horizonte para un alza de tipos.
Draghi ha reconocido que, a pesar del buen dato de crecimiento del primer trimestre en la zona euro, la información más reciente muestra que la perspectiva económica se ha deteriorado y ha citado a factores geopolíticos y al proteccionismo comercial. Ha apuntado directamente a la incertidumbre que sufre en especial el sector manufacturero.
El BCE ha ajustado ligeramente las estimaciones de crecimiento para este año y los dos siguientes. Ahora prevé un alza del PIB en 2019 del 1,2%, frente al 1,1% de marzo; del 1,4% en 2020, desde el 1,6% anterior, y del 1,4% en 2021, frente al 1,5% pronosticado hace tres meses. También ha ajustado las previsiones de inflación, que suben una décima para este año, del 1,2% avanzado en marzo al 1,3%. El IPC estimado para 2020 es del 1,4%, una décima menos que en marzo, y el de 2021, del 1,6%, que se mantiene sin cambios.
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