Los contribuyentes con rentas más altas crecieron un 10,2% en el 2017 (último año disponible), según la estadística de la Agencia Tributaria publicada. Hacienda contabiliza que hay un total de 9.344 contribuyentes que declararon en 2017 que ingresaron vía rendimientos del trabajo más de 601.000 euros. En el 2016, el número de declaraciones en esa franja fue de 8.481. Esos contribuyentes representan el 0,05% del total.
En cambio, los mileuristas (12.000 euros anuales o menos) se redujeron en un 3,2%, hasta los 7,4 millones. El tramo de ingresos de por rendimientos de trabajo donde se concentran más personas es el de 12.000 a 21.000 euros. Se contabilizaron en el 2017 en esa posición a 4,9 millones de personas, lo que significa que 1 de cada 4 españoles tiene ese volumen de ingresos. El porcentaje ha crecido ligeramente al pasar de representar un 24,24% del total en el 2016 a un 24,97% en el 2017.
El resultado detallado de los datos de declarantes del ejercicio 2017, publicado ayer por la Agencia Tributaria, revela por ejemplo que en los últimos tiempos se ha producido un leve retroceso en el número de declarantes con ingresos inferiores a los 1.000 euros mensuales y un importante avance en el número de contribuyentes con rentas medias, altas y muy altas.
Así, según los datos manejados por la Agencia Tributaria, el número de ciudadanos con rentas superiores a los 60.000 euros anuales avanzó un 7% en 2017 hasta los 789.000 contribuyentes lo que supone superar, por primera vez en una década, los niveles previos al estallido de la crisis financiera. El alza frente a 2007 es ya del 5,6%.
Este colectivo supone apenas un 3,75% del total de contribuyentes, pero es el que sufre los tipos impositivos más altos del gravamen estatal. Si bien algunas comunidades autónomas manejan además otros tramos superiores dentro de la escala autonómica, es en este nivel de renta donde se llega a pagar un 48% de tipo marginal (solo sobre las cuantías que excedan esos 60.000 euros anuales). Su aportación conjunta a las arcas públicas supone el 37,6% del total.
Dentro de este grupo destaca la presencia de 9.344 contribuyentes con rentas superiores a 600.000 euros anuales, lo que supone un incremento del 10% frente a los datos del ejercicio 2016 y un aumento del 0,04% al 0,05% en su peso relativo entre el conjunto de declarantes. Con todo, el número de ricos aún no ha superado los 10.580 que llegó a alcanzar en 2007.
En el extremo contrario, el número de personas que declaró a Hacienda contar con rentas inferiores a los 1.000 euros mensuales descendió un 3% en 2017 hasta los 7,4 millones de contribuyentes. Suponen un 37,25% del total, frente al 39% que pesaban un año antes y el 38,9% de 2007. Muchos declarantes con pocos ingresos que apenas aportan un 0,8% de la recaudación total.
Hay que tener en cuenta que estos datos muestran las retribuciones dinerarias totales, incluyendo salario, prestaciones por desempleo, pensiones y otros ingresos. De esta forma, la renta media de 2017 recogida por la Agencia Tributaria asciende a 23.170 euros, frente a los 22.767 euros de un año antes (21.628 en 2007). La cifra oscila entre los 645.809 euros de media para el tramo más alto de rentas, y los 3.804 euros anuales del más bajo.
El gran colectivo sujeto al IRPF sigue siendo, sin embargo, el de las clases medias, aquellas que perciben de 12.000 a 60.000 euros anuales y que suman 12,4 millones de contribuyentes, un 10,33% más que en 2016. Seis de cada 10 declarantes de la renta se sitúan dentro de este colectivo que aporta el 61,6% de toda la recaudación del IRPF. La contribución media, no obstante, varía entre los 1.595 euros que pagan quienes perciben unos 18.419 euros; los 3.691 euros que abonan quienes ingresan unos 26.911 euros y los 7.839 euros que corresponden a las rentas de 39.546 euros anuales.
Los miembros de los tramos inferiores de renta realizan aportaciones de entre 92 y 457 euros al año mientras que quienes gozan de mayores ingresos abonan entre 23.314 euros (para rentas de 60.000 a de 150.000 euros), 79.996 euros (para ingresos de hasta 600.000 euros) y 516.318 euros (para quienes superan esas cifras). De media, cada español aporta 5.613 euros al fisco.
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