María Jesús Montero ha incidido estos días en la necesidad de corregir y revisar el impuesto de Sociedades, discurso que no hace más que refrendar el objetivo ya conocido que tienen tanto la ministra de Hacienda como el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de endurecer este impuesto y elevar los tipos efectivos que abonan las empresas. En cambio, lo que no ha detallado Montero es la cifra en la que quiere elevar la recaudación de esa figura para que las compañías aporten más a la Hacienda pública, pero sí se tiene en cuenta que el deseo también muchas veces repetido por los diferentes miembros del Ejecutivo de converger con Europa en el ámbito fiscal, el resultado es que el Gobierno planea elevar la recaudación por el impuesto de Sociedades en hasta 5.000 millones de euros adicionales.
Las últimas cifras ofrecidas por Eurostat evidencian que, en términos de Producto Interior Bruto (PIB), España es uno de los países que menos obtiene a través de este impuesto. En concreto, el dato español se queda en el 2,3%. Por debajo figuran naciones como Lituania, Estonia, Letonia o Polonia, mientras que de entre las grandes economías europeas sólo Italia registra un dato inferior con un 2,1% del PIB.
Por encima, por lo tanto, se encuentran el resto de grandes economías, esto es, Francia, Reino Unido y Alemania, país este último que además iguala el dato de la media europea con un 2,7%. Por lo tanto, España presenta un déficit de cuatro décimas respecto a las cifras medias, lo que a su vez representa los 5.000 millones adicionales anteriormente señalados que se obtendrían, además de con mayores tipos, mediante actuaciones sobre los beneficios que las empresas obtienen en el exterior.
Montero también ha repetido durante la presente semana que otro de sus objetivos primordiales es afrontar la reforma del sistema de financiación autonómica. Lo hizo el lunes en Santander, durante su participación en el curso Imposición sobre la riqueza de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), y lo volvió a hacer ayer en un desayuno informativo de Europa Press con el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig.
De hecho, Montero fue más allá ya que no sólo expuso la necesidad de abordar esa reforma, sino que no rebatió las acusaciones de Puig hacia la Comunidad de Madrid y el supuesto dumping fiscal que esta región lleva a cabo. «Coincido totalmente en que hay comunidades como Madrid que tienen un volumen importante de recursos por la centralidad de las sedes fiscales en las que se produce una posibilidad de bajar impuestos», afirmó la responsable de Hacienda en funciones, a lo que añadió que «califiquen esa práctica como mejor vean».
Ésta es una crítica que ya realizó cuando ocupó la Consejería de Hacienda de la Junta de Andalucía y Cristóbal Montoro era el responsable de Hacienda. Tras tomar su relevo, Montero se mostró algo más cauta, pero en las últimas semanas, y ante la rebaja fiscal que el posible Gobierno de centro derecha quiere llevar a cabo en la región, la ministra ha señalado hasta en dos ocasiones ese dumping fiscal y se ha mostrado favorable a llevar a cabo una armonización entre comunidades autónomas en el marco de la reforma de la financiación regional.
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