“Si nos convocan no iremos a las reuniones para hacer un nuevo Estatuto de los Trabajadores si previamente no hemos llegado a un acuerdo para derogar la reforma laboral”. Este es el mensaje lanzado hoy por el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, al Gobierno en funciones y posible futuro Ejecutivo. El líder sindical retoma así la exigencia de su central de derogar totalmente y no solo parcialmente, como negoció el Gobierno de Pedro Sánchez hasta el mes de junio, antes de la convocatoria electoral.
Los matices en torno a si la derogación de la reforma laboral de Mariano Rajoy de 2012 debía ser total o parcial han estado siempre encima de la mesa del actual Gobierno en funciones. Pero, parecía un debate superado con las negociaciones para rectificar “los asuntos más lesivos de la reforma laboral” que se llevaron a cabo en el diálogo social y en el Parlamento antes de la primavera. Sin embargo, hoy, Álvarez ha vuelto a la casilla de salida exigiendo nuevamente la derogación total de esta reforma, que es, además, una posición más cercana a Podemos que a la del PSOE.
Y, sobre todo, la derogación solo parcial es la postura defendida desde el Ministerio de Economía, por su titular, Nadia Calviño, que es quien ha ofrecido a los agentes sociales redactar un nuevo Estatuto en lugar de derogar toda la reforma. “El nuevo estatuto es una propuesta positiva, loable, pero que va a tardar mucho tiempo en ver la luz. No vamos a esperar ni cuatro años ni dos años. Y no ponemos adjetivos a la derogación (total o parcial) porque no vamos a empezar con las rebajas. Vamos a sentarnos con una posición tan firme que si no se atiende tendrá consecuencias que ya veremos cuáles son”, ha advertido Álvarez.
Si bien, a pesar de que esta es la postura con la que UGT se sentaría a la mesa de negociación, Álvarez también ha aclarado que si se empiezan a negociar “a lo mejor hay alguna cosa que no queremos derogar”, abriendo discretamente la puerta a discutir cambios parciales. No obstante, en este punto, ha dicho que su sindicato no se va a conformar con las reformas que se negociaban en junio, sino que habría que añadir otras dos cuestiones: restringir las causas económicas de los despidos objetivos, volviendo a la redacción que había antes de 2012 y recuperar la autorización administrativa previa para los despidos colectivos.
Según UGT estas dos cuestiones se tendrían que unir inexorablemente a las que ya se estaban negociando referentes a la vuelta a la primacía de los convenios colectivos sectoriales sobre los de empresa; a la eliminación de los límites a la ultraactividad de los convenios y a la nueva regulación de las subcontratas.
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