Los factores de oferta de la economía española han pasado a contribuir negativamente al crecimiento desde finales del ejercicio 2018, tras la revisión realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) de la Contabilidad trimestral, así como la evolución de los márgenes salariales, y la economía española se encuentra próxima a una situación cíclica neutral, creciendo alrededor de su potencial.
Estas son algunas de las conclusiones del tercer número del ‘Observatorio del Ciclo Económico en España’, una iniciativa conjunta de la Fundación Rafael del Pino, BBVA Research y Fedea, que analiza y cuantifica la influencia de un amplio conjunto de factores que determinan los ciclos económicos.
En concreto, observa que, dentro de las perturbaciones de oferta, en los últimos trimestres pierde fuelle la contribución positiva al ciclo económico procedente de la eficiencia de la generación de capital productivo, que muestra en qué medida el proceso de inversión es capaz de generar más capital y reasignarlo para que contribuya a aumentar el PIB.
Aunque por el lado positivo destaca la contribución de las perturbaciones relacionadas con la eficiencia en la inversión y la acumulación de capital, constata que distintos aspectos ligados a la competencia en los mercados y, especialmente, la evolución de los márgenes de salarios, han aumentado también su contribución negativa al crecimiento durante los últimos trimestres.
En este sentido, explica que el empuje positivo de la eficiencia del capital se ha visto más que contrarrestado por el aumento de márgenes salariales, consistente con un tensionamiento de la relación vacantes/desempleo, el aumento del salario mínimo y el de los empleados públicos, mientras que las perturbaciones que afectan a los márgenes de precios tienen una aportación neutra.
En promedio, los factores económicos relacionados con la competencia en los mercados detrajeron unos tres puntos al crecimiento del PIB por población en edad de trabajar.
Por el contrario, los factores relacionados con la demanda agregada han aumentado su contribución positiva al ciclo, pero solo han sido capaces de compensar parcialmente la contribución negativa de los factores de oferta, de manera que el PIB por persona en edad de trabajar «se desacelera y crece a una tasa similar a la de su promedio histórico», sostiene el observatorio.
Dentro de los factores de demanda agregada, los factores relacionados con el crédito al sector privado (principalmente empresas) ha ganado peso en detrimento de la demanda de bienes de consumo y vivienda del sector privado. También ha perdido importancia la contribución del consumo público y la inversión pública, con una contribución neutral en los últimos trimestres.
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