Los grandes grupos de la automoción en España hicieron ayer frente común a pocas semanas de empezar a sufrir en sus cuentas un auténtico shock regulatorio. La UE empezará a aplicar en 2020 el nuevo régimen de sanciones a las marcas por exceder los límites de emisión de CO2 a pesar de que, según las corporaciones, España ni siquiera dispone de infraestructuras suficientes de recarga de coches eléctricos.
Los cambios en la regulación son rápidos y para afrontarlos se necesita a juicio de las empresas ayudas del Gobierno, entre ellas una rebaja del IVA del vehículo eléctrico. La medida la defendieron ayer Volkswagen, Daimler, Nissan, Hyundai y Porsche en la jornada Electromovilidad y Cambio Climático, celebrada con motivo de la COP25 y a la que acudió la ministra de Industria, Reyes Maroto.
La versión más agresiva de la propuesta la planteó ayer el presidente de Volkswagen Group España Distribución, Francisco Pérez Botello, que abogó por suprimir por completo el IVA de los eléctricos para animar a los compradores. También propuso declarar los puntos de carga bienes de interés público para desplegar las infraestructuras. «Es necesario llegar a economías de escala para que los precios sean competitivos», afirmó.
Para Daimler, la clave está en el consumidor. «Por mucho márketing que hagamos, me temo que no vamos a cumplir los objetivos porque los clientes prefieren otras cosas», dijo su máximo directivo en España, José Luis López-Schümmer. La rebaja del IVA puede abaratar un producto fuera del alcance de buena parte de los consumidores. «En Estados Unidos, el propietario medio de un eléctrico tiene una renta anual de 300.000 dólares», señaló.
La empresa que más ha echado cuentas es Nissan. Su director general en España, Marco Toro, defiende rebajar del 21% al 10% el IVA de los coches eléctricos, lo que, para un vehículo medio de 30.000 euros, supondrá un ahorro de 3.000 euros, equiparable a las ayudas que, entre las marcas y el Gobierno, se concedieron como parte del Plan Pive. «La intención de compra de un coche eléctrico es amplia, del 28%, pero solo el 1% lo adquiere. Eso es porque todavía es caro», afirmó.
El Gobierno, según aseguran las empresas, ve con buenos ojos esta medida y ya la ha elevado a la Comisión Europea para sondear su ajuste a la normativa comunitaria. Bruselas no pone pegas, de modo que la iniciativa queda pendiente de la voluntad política del Gobierno que se forme.
A partir del año que viene, las emisiones medias de los vehículos que venda cada marca no podrán superar los 95 gramos de CO2 por kilómetro. La cifra es muy inferior a los 116 gramos de media anual registrados en 2018 en España.
Las multas son de 95 euros por gramo de más por vehículo, lo que en España arroja una media de 1.995 euros por coche y, en conjunto, de cerca de 2.000 millones de euros. La demonización del diésel -emite menos CO2 que la gasolina- y el auge de los SUV están alejando al sector del objetivo de los 95 gramos. En el conjunto de Europa, las sanciones pueden oscilar entre los 11.000 millones pronosticados por Moody’s y los 14.000 millones citados por la consultora Jato.
Para rebajar las emisiones, los coches eléctricos parten con ventaja. Computan como cero emisiones -no se tienen en cuenta las emisiones de origen fruto de la producción eléctrica-. Además, en un estadio inicial, cada uno de ellos recién matriculado contará por dos. Por eso, las marcas ya preparan una ofensiva comercial de eléctricos a partir de enero mientras los concesionarios se afanan estos días en automatricular vehículos de combustión a los que irán dando salida en 2020 como kilómetro cero.
Otras voces a favor del IVA reducido fueron las de Leopoldo Satrústegui, director general de Hyundai España -«puede ser una solución razonable», aseguró- y el director general de Porsche Ibérica, Tomás Villén, quien defendió la movilidad eléctrica en todas sus variedades, sin planteamientos «excluyentes».
Rebajas del IVA al margen, las empresas insisten en las necesidades de afrontar con cautela el cambio tecnológico. «Aquí no hay emoción, sino rentabilidad. Si no somos rentables, no habrá empresas», avisó Jaime Revilla, presidente de Iveco España. «Es necesario ser realistas, ir poco a poco y de forma planificada», señaló el director general de la asociación de componentes Sernauto, José Portilla. «Cuando los precios sean comparables y haya puntos de recarga, habrá un despegue real del coche eléctrico», dijo el presidente de Bosch España, Javier González Pareja. «Necesitamos precios asequibles», indicó Christophe Mandon, de PSA.
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