Es decir, pagarán 3.805 millones de euros sobre un beneficio de 14.581 millones de euros. Se trata de un porcentaje más de un punto por encima del tipo nominal del impuesto, del 25%, y superior a lo que tributaron en todo 2016, un 25,6%. Así se desprende de su resultado contable mundial, considerando tanto los resultados obtenidos en todos los países en los que operan como el gasto por impuestos sobre beneficios en el extranjero.
En el cálculo que hizo CEOE en 2014, obtuvo una cifra del 21%, dato similar al de 2015. El incremento que experimenta este porcentaje en 2016, al 25,6%, cabe deducir que se debe a la subida del Impuesto sobre Sociedades que realizó el Gobierno en diciembre de 2016, que ha supuesto en el pasado ejercicio un alza de cerca de 4,6 puntos porcentuales. Si se compara lo que tributaron las empresas en 2016 -13.598 millones- con 2015 -6.710 millones- la subida fiscal es de más del 70%. Pero este cálculo no se corresponde de forma automática con lo que ha supuesto la subida del impuesto, ya que también influye el que haya crecido el beneficio de las empresas y qué deciden imputarse en impuestos.
En la cifra que se obtiene del primer trimestre de 2017, el 26,1%, el incremento de impuestos de diciembre empieza a desplegar todos sus efectos, ya que aunque algunas de las medidas fueron retroactivas y entraron en vigor con efectos desde enero de 2016, otras están vigentes desde enero de 2017, con lo que su impacto se verá este año, sobre todo a partir del primer pago fraccionado de abril, que no se ha medido en este primer Observatorio trimestral del año, pero sí se ha devengado en marzo, mes que sí está incluido en el cálculo.
El incremento sigue la línea de lo avanzado por el secretario de Estado de Hacienda, José Enrique Fernández de Moya, que anunció que el alza de la recaudación de Sociedades en abril ha sido del 21% respecto al mismo mes del año pasado y que el pago fraccionado del Impuesto sobre Sociedades ha crecido casi un 100%.
Ante este incremento de impuestos, que incluye una figura, la reversión de deterioros, que implica la tributación por pérdidas, algunas de las empresas que más pagan, como Santander, pueden tener que hacerlo, además de por tener beneficios, el criterio habitual del impuesto, porque han revertido pérdidas. En cambio, las compañías que menos pagan e, incluso, las que obtienen tributaciones negativas como Popular, lo hacen porque han tenido pérdidas, lo que genera un crédito fiscal que podrán recuperar en el futuro.
En la campaña de Sociedades de 2016, que tendrá lugar en julio, donde se incluirán las subidas que entraron en vigor en 2016, Hacienda deberá devolver a las empresas importantes cantidades ante el dinero que han tenido que adelantar al Estado por el incremento de los pagos fraccionados, casi del 50%, que lanzó el Gobierno en octubre, que tuvo efectos en los pagos fraccionados de octubre y diciembre. Sin embargo, estas devoluciones quedarán en parte neutralizadas con lo que tendrán que pagar las empresas por el alza de diciembre.
Powered by WPeMatico