Las cuentas públicas españolas presentaban un agujero equivalente al -1,47% del PIB a cierre del tercer trimestre del año, un 26% por encima del déficit público registrado en el mismo periodo del año anterior, según los datos que acaba de publicar Hacienda, que hasta ahora no había ofrecido la cifra oficial a falta de agregar el dato de los ayuntamientos.
Estos presentaron un superávit del 0,2%, mientras que el Estado central también mejoró sus cifras al -0,85% frente al -1,16% de un año antes. Sin embargo, el dato de las comunidades autónomas empeora con fuerza, pasando de superávit a un déficit del 0,29% a cierre de septiembre.
Después de todo, la falta de Presupuestos ha retrasado la actualización de las entregas a cuenta y ha dejado a las regiones sin el cobro de un mes de IVA de 2017, unos 2.500 millones que quedan en manos del Estado.
Así, la diferencia entre gastos e ingresos en el conjunto de las administraciones públicas era de 18.386 millones de euros en negativo a cierre de septiembre, frente a los 14.592 millones en negativo de un año antes. Las cifras prometen complicar el objetivo del Gobierno en funciones de cerrar 2019 con un déficit del -2%, tras el -2,5% registrado en 2018 y que el Banco de España asume que volverá a repetirse este ejercicio.
De momento, el dato avanzado por Hacienda del mes de octubre indica que el déficit de las comunidades autónomas creció al -0,35%, 4.428 millones de euros, debido a que sus ingresos avanzan un 1,4% mientras que sus gastos se elevan un 5,6% impulsados por el incremento de salario a los funcionarios. Solo cuatro comunidades registraban superávit a cierre del tercer trimestre: Canarias, Navarra, La Rioja y País Vasco.
Mejor comportamiento está teniendo el Estado central, cuyo déficit se redujo un 6,2% hasta noviembre hasta situarse en el 0,88% del PIB, gracias a un aumento de la recaudación (del 2,6%) que supera al crecimiento del gasto (del 2%).
Por su parte, los Fondos de la Seguridad Social reducen su déficit al 0,3% en octubre, gracias al fuerte aumento de las cotizaciones (que supera el 8%) que ha provocado el alza del salario y las bases mínimas de cotización (22%) y las máximas (7%).
Por su parte, la Agencia Tributaria ha remitido los datos de recaudación del mes de noviembre, que indican que en lo que va de año el crecimiento de los ingresos se sitúa en el 1,6%. La cifra sería bastante superior, del 3,7%, de no ser por diversos impactos extraordinarios negativos.
En concreto, una serie de cambios normativos y de gestión han reducido los ingresos públicos en 4.099 millones de euros en lo que va de año pese a que este saldo incluye el alza de 1.061 millones en la recaudación que arrojó el incremento del impuesto de hidrocarburos legado por el PP.
Sin embargo, solo la devolución del IRPF de las prestaciones de maternidad y paternidad ha rebajado ya en 1.701 millones los ingresos públicos de 2019, entre devoluciones del periodo 2014 a 2017 (1.131 millones), las de 2018 (470 millones) y la ausencia de retenciones de este año (100 millones). A la factura final habría que sumarle varios cientos de millones más cargados contra las cuentas de 2018.
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