El nuevo Gobierno quiere elevar el tipo efectivo sobre la base imponible por encima del de otros sectores, aunque la medida que más daño le puede hacer es el gravamen del 5% a los dividendos de filiales. El acuerdo programático del nuevo Gobierno de coalición contempla varias medidas, que a nivel agregado pueden tener un impacto fiscal significativo en el sector.
Por lo que respecta al Impuesto sobre Sociedades, la intención del nuevo Ejecutivo es rebajar las deducciones y la utilización de créditos fiscales, de forma que el tipo efectivo real sobre la base imponible que paga el sector no se aleje mucho del tipo nominal. El acuerdo firmado por PSOE y Unidas Podemos establece que, en ningún caso, la tributación mínima de las entidades financieras podrá ser inferior al 18% sobre la base imponible. Se trata de tres puntos más que la tasa mínima que ha fijado para el resto de empresas, por lo que los bancos califican de injusta la medida.
Los créditos fiscales son habitualmente utilizados por los bancos españoles y permiten minorar el pago de impuestos ante Hacienda en caso de pérdidas en ejercicios pasados. Los banqueros consideran que no está justificado este endurecimiento fiscal porque la mayoría de los grupos bancarios tienen bases imponibles negativas en España porque pierden dinero en nuestro país. Sus filiales tienen beneficios, pero en realidad pierden dinero si se suma el resultado de sus centros corporativos, que tienen también residencia fiscal en España.
Algunos banqueros verían menos lesiva una tasa sobre el volumen de depósitos o sobre los activos que gestiona cada entidad, como sucede en algunos países europeos. Según Joaquín Maudos, director adjunto del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, si la banca paga más impuestos intentará repercutirlos al cliente y no se logrará lo pretendido.
Con todo, la medida que más daño puede hacer a la banca será el gravamen del 5% a los dividendos procedentes de filiales, que ahora están exentos de tributación. Es algo que afecta a todas las empresas, pero que incidirá especialmente en Santander y BBVA debido a los altos beneficios que repatrían del exterior. Su compleja estructura societaria puede multiplicar el efecto cascada de la medida. Los banqueros se quejan de que estas filiales ya pagan impuestos en su país.
Además, el nuevo Gobierno quiere imponer una tasa bursátil. Eso puede provocar una deslocalización del ahorro español hacia otros países.
Powered by WPeMatico