La ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, reiteró ayer en la clausura de un foro de inversores que el Gobierno de Pedro Sánchez “derogará los aspectos más lesivos de la última reforma laboral del PP”. Entre los que citó “los que causan abusos contra los trabajadores”.
La contrarreforma laboral prometida por el Gobierno de Sánchez es uno de los puntos que más dudas despierta entre los inversores extranjeros. Preguntada por este asunto, la vicepresidenta de Economía y Transformación Digital ha ratificado la apuesta del nuevo Ejecutivo por compatibilizar el ataque a los “abusos” —una palabra que ha pronunciado hasta en dos ocasiones en menos de media hora de alocución— que se producen en el mercado de trabajo con el crecimiento económico y la creación de empleo.
“Es una prioridad, como se ha señalado en el programa de Gobierno de coalición. [Pero] existe también un amplio acuerdo sobre la necesidad de ajustar algunos elementos de la legislación laboral que están llevando a abusos que deben ser atajados para asegurar un mercado de trabajo más justo”.
Calviño, figura clave en la relación con Bruselas —donde llegó a ser directora general, el puesto más alto en la jerarquía administrativa europea— ha vinculado la apuesta por reformar las leyes laborales a escala española con el impulso de la Comisión Europea para fijar un salario mínimo a escala comunitaria y la creciente importancia de la desigualdad en la agenda económica y social internacional, y ha mostrado su convencimiento en que será posible “alcanzar un equilibrio entre el crecimiento de la economía y del empleo y la eliminación de los abusos” laborales.
“El desempleo”, ha completado, sigue en niveles “intolerablemente altos, con un alto grado de paro estructural” y la desigualdad debe ser atendida “no solo por razones de justicia social sino porque una sociedad cohesionada y equilibrada son clave para la estabilidad política, económica y social”.
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