Después de lograr una primera tregua en su guerra comercial con China, el presidente de EEUU, Donald Trump, acude al Foro Económico Mundial (WEF, por su sigla en inglés) de Davos esta semana con la expectativa de apaciguar también la tensión con Europa por la tasa digital de Francia y la represalia arancelaria con que ha amenazado Estados Unidos.
El Foro Económico Mundial, que cada año desde hace ya medio siglo reúne a los mayores líderes mundiales en la localidad suiza de Davos arranca mañana, en una cita que tendrá como uno de los principales objetivos llegar a un acuerdo global para hacer que las grandes tecnológicas paguen sus impuestos allí donde generan sus ingresos, conocida como tasa digital o tasa Google.
La cita, que se prolongará hasta el viernes y en la que está previsto que participen más de 600 ponentes y acudan cerca de 3.000 participantes, buscará también aprobar un nuevo manifiesto centrado en la sostenibilidad y la crisis climática, la inclusión, y el papel de las empresas en esta cuarta revolución industrial.
Todas las miradas están puestas en Estados Unidos. Su mandatario, Donald Trump, ha confirmado que acudirá a la cita en la localidad alpina a pesar de que coincide con el inicio oficial del juicio contra él –impeachement– en el Senado estadounidense. El magnate, al que acompañará una delegación formada, entre otros, por el secretario del Tesoro de EE UU, Steven Mnuchin, su hija y asesora, Ivanka Trump, dará un discurso mañana, día de la inauguración.
Pasado mañana, está previsto que Mnuchin se reúna con el ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, así como con el secretario general de la OCDE, Angel Gurría, para tratar de sellar un acuerdo sobre una tasa digital aplicable en todo el mundo. Pese a haber una propuesta sobre la mesa, Gurría ya advirtió la semana pasada de que no existe un plan B, mientras que Le Maire avisó de que, si las partes no llegan a un acuerdo, EE UU se verá rodeada de una proliferación de regulaciones nacionales, entre ellas la francesa.
Desde el pasado año, el Gobierno galo aplica una tasa del 3% sobre los ingresos de las grandes tecnológicas que facturen más de 25 millones de euros en suelo francés y 750 millones en todo el mundo. Trump considera que el impuesto castiga a las grandes tecnológicas estadounidenses por lo que amenaza con una nueva guerra comercial, imponiendo aranceles del 100% a la importación de productos franceses como el queso, el vino, los bolsos de lujo o el maquillaje, por valor de casi 2.200 millones de euros.
A la cita anual en Davos también acudirán otros mandatarios como la canciller alemana, Angela Merkel, su homólogo italiano, Giuseppe Conte, pero también la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, la jefa del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, o el secretario general de la ONU, António Guterres, entre muchos otros. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, asistirá por segundo año consecutivo y lo hará junto a las vicepresidentas Nadia Calviño y Teresa Ribera.
Pero, además, asistirán numerosos empresarios y líderes de la sociedad civil como la joven activista Greta Thumberg, quien el viernes reunió a más de 15.000 jóvenes en la ciudad suiza de Lausanne y prometió arreciar a los dirigentes mundiales para que afronten con seriedad la crisis climática. “No habéis visto nada aún, vais a ver mucho más, os lo aseguro”, sentenció.
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