La decisión de la Reserva Federal de EE UU no pilla por sorpresa a los mercados. Después de los tres recortes de tipos acometidos en 2019, el comité de mercado abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) considera demasiado precipitado tomar nuevas decisiones y opta por esperar a ver qué efecto tiene sobre la economía los ajustes realizados en las tasas el año pasado.
Siguiendo la línea que trazó en diciembre el presidente de la institución, Jerome Powell, el banco central de EE UU mantiene sin cambios los tipos en la horquilla del 1,5%-1,75%. Pero las semejanzas con la última no quedan ahí. El comunicado publicado por el comité al término de la cita repite el lenguaje. La unanimidad que se resquebrajó durante gran parte de 2019 vuelve a imponerse.
“La información recibida desde la pasada reunión indican que el mercado de trabajo sigue siendo fuerte y que la actividad económica ha ido en aumento a un ritmo moderado. El incremento del empleo ha sido sólido en los últimos meses, y la tasa de desempleo se ha mantenido baja. Aunque el gasto de los hogares ha estado aumentando a un ritmo moderado, la inversión fija de las empresas y las exportaciones siguen siendo débiles”, señala el comité en su comunicado. El único cambio es el referente al consumo de los hogares que pasa de «fuerte» a «moderado».
A pesar del repunte de la inflación en la recta final de 2019 (en diciembre alcanzó el 2,3%), la institución no percibe riesgos inflacionistas. El comité considera que la actual política monetaria es la apropiada para sostener la expansión y recordó que vigilará de cerca la evolución económica, tomando las medidas necesarias para fomentar el empleo y la estabilidad de los precios.
La Fed mantiene su compromiso de continuar expandiendo el balance a través del programa de compra de letras anunciado en octubre. La medida estará vigente hasta el segundo trimestre. En paralelo, el banco central seguirá adelante con las subastas de repo para fomentar la liquidez en el mercado a un tipo de interés del 1,5% y por importe de 30.000 millones de dólares al día.
En las proyecciones de diciembre los funcionarios de la Fed apuntaron a que 2020 será un año en el que, si se mantienen las condiciones económicas, el banco central no acometerá cambios en las tasas. El ajuste de 2019 debería ser suficiente para garantizar el crecimiento y se situaría en línea con la estrategia implementada por Alan Greenspan que consistía en realizar recortes en el precio del dinero para fomentar el crecimiento.
EE UU está inmerso en su periodo expansión más largo de la historia, si bien es cierto que el crecimiento registrado en los últimos años está por debajo de su potencial. Este año y a medida que avancen los meses las elecciones presidenciales podrían contribuir a elevar la inestabilidad.
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