El fin del retiro dorado que ofrecía Portugal a pensionistas de otros países se materializa con la aprobación de los Presupuestos de 2020, que el Gobierno de António Costa logró sacar ayer adelante en minoría. Justo cuando se acaban de cumplir diez años de la entrada en vigor del régimen fiscal aplicable a los residentes no habituales (RNH), que suponía una exención total para las pensiones en Portugal y en el país de origen, ha introducido una enmienda por la que estas pensiones serán gravadas un 10%, sin efecto retroactivo.
En cambio, el Gobierno de Grecia ha anunciado que pondrá en marcha un plan para atraer a jubilados similar al portugués que incluye la exención de las pensiones y de todo tipo de ingresos para pensionistas extranjeros.
El régimen fiscal aplicable a los residentes no habituales (RNH) en Portugal cumple diez años y supone también una tarifa plana de tributación del 20% para las rentas obtenidas en suelo luso por profesionales de relevancia, que se mantiene, y la exención de los ingresos y pensiones percibidos del extranjero. Implica ahorros de cerca de 18 puntos respecto al IRPF y en algunos casos, del 100%. Combinado con facilidades como golden visas para no comunitarios, ha llevado a Madonna, John Malkovich, Mónica Bellucci o Michael Fassbender, entre otros, a instalarse en Portugal.
El régimen para pensionistas estaba causando muchos quebraderos de cabeza en Europa. No se trata del único marco fiscal beneficioso entre los países de nuestro entorno para atraer a profesionales, inversores, patrimonios y pensionistas -tienen modelos parecidos Italia, Croacia o Reino Unido-, pero sí de uno de los más exitosos y muy aplaudido por los jubilados nórdicos, que no tributan nada por su pensión.
António Cósta mantuvo este régimen contra viento y marea, pero las críticas de la oposición y de países como Francia, Suecia o Finlandia -que impugnó su Convenio para Evitar la Doble Imposición con Portugal con el fin de poner coto a esta sangría tributaria- le han llevado a recortarlo. La medida afectará a los cerca de 6.300 españoles que según los registros de la Seguridad Social reciben pensiones en Portugal, país que es, por detrás de Alemania y Francia, el principal receptor de pensionistas españoles en el mundo.
Aunque el origen del régimen fue evitar la doble imposición, al final los pensionistas no estaban tributando en ningún sitio, de lo que se ha quejado Suecia. Eso sí, la exención no era total, ya que sí que eran gravados por sus plusvalías y por los impuestos indirectos.
Sin embargo, Juan Carlos Pérez, director de la Central de Galicia y Portugal de CE Consulting Empresarial, destaca que el régimen fiscal para residentes no habituales luso sigue siendo muy atractivo, y además asegura que a día de hoy sigue recibiendo muchas consultas de clientes españoles que quieren trasladarse a Portugal ante las subidas de impuestos que planea el Gobierno de Pedro Sánchez en coalición con Podemos. También certifican estas consultas los socios de DLA Piper Carlos Rodríguez y Miguel Baz.
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