Así lo anunció este jueves el presidente americano, Donald Trump, para el que el pacto ratificado hace dos años es un freno al crecimiento y una amenaza a los puestos de trabajo. «El Acuerdo costaría 2,5 millones de puestos de trabajo», señala Trump. Los compromisos alcanzados por 193 países en el Acuerdo de 2015, cuando Barack Obama aún ocupaba la Casa Blanca, establecían el objetivo de reducir las emisiones del 26% al 28% con respecto a los niveles de 2005 para 2025.
El movimiento de la primera economía internacional podría hacer que otros países también abandonen sus compromisos, lo que convertiría el Acuerdo en inalcanzable. Tras la decisión anunciada por Trump, Estados Unidos se convierte en el único estado, junto con Nicaragua y Siria, en no aceptar el pacto. El país es responsable del 18% de las emisiones mundiales, el segundo en el ránking después de China.
El portazo de Trump cuenta con el respaldo del Partido Republicano, que también considera el Acuerdo de París prejudicial para los intereses empresariales y un freno para el crecimiento económico. La decisión del mandatario responde, además, a intereses electoralistas puesto que, entre otras cosas, supone proteger sectores como el minero. Según Trump, el Acuerdo de París iba a penalizar a industrias como la papelera y del carbón. «Fui elegido para representar a los ciudadanos de Pittsburgh, no de París», recordó.
El movimiento del presidente americano cuadra con su mensaje de proteccionismo. Trump pretende que Estados Unidos deje de liderar los movimientos internacionales y se centre en resolver sus problemas internos. El mandatario justificó la marcha atrás en las desiguales reglas comerciales que rigen las relaciones internacionales y que, en su opinión, son contrarias a los intereses americanos. «El Acuerdo de París es un ejemplo del trato desventajoso para Estados Unidos», recalcó el presidente, que asegura que intentará negociar un pacto climático «mejor» y que pretende que el país siga siendo «líder» global en la protección del medio ambiente.
Muchas de las decisiones que ha tomado desde que ocupó la Casa Blanca han demostrado, sin embargo, que el calentamiento global va después de las prioridades empresariales. Entre otras cosas, Trump ha reducido sensiblemente la regulación relacionada con los aspectos medioambientales. La decisión del magnate inmobiliario tendrá consecuencias inmediatas. Elon Musk, presidente del grupo automovilístico Tesla, ha anunciado que dimitirá del consejo de empresarios que asesora a Trump.
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