El Gobierno prepara medidas de liquidez para las empresas por si la crisis del coronavirus va a más. De momento, la vicepresidenta Nadia Calviño asegura que se trata de un shock transitorio que causará un daño limitado y que luego habrá una recuperación. Pero de todas formas ya se trabaja en iniciativas que puedan paliar el impacto de la epidemia, siguiendo la estela de las aprobadas en Italia. El ministerio de Trabajo estudia, por ejemplo, la posibilidad de que los trabajadores no consuman el paro en los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) de compañías lastradas por la Covid-19. También ultima un protocolo de riesgos laborales parecido al que se elaboró con las vacas locas.
La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, afirmó este lunes que el impacto de la epidemia se prevé “poco significativo y de corta duración”. Tras ese efecto transitorio habrá “una recuperación en los siguientes trimestres”, señaló la titular de Economía ante un grupo de periodistas en el Senado. Y añadió que “las circunstancias son muy distintas por países”, que todavía es demasiado pronto para evaluar las consecuencias y que se seguirá con cautela la evolución de la enfermedad. Este mensaje contrasta con el que lanzó este lunes la Reserva Federal de EE UU (Fed) aplicando por sorpresa la mayor rebaja de tipos desde finales de 2008.
Otra vez parece que Europa marcha por detrás de Estados Unidos en la respuesta a una crisis. Calviño se verá este martes con sus pares del Eurogrupo en una teleconferencia. Allí se discutirá cuál es la estrategia conjunta. En Italia, epicentro europeo de la sacudida, ya se han tomado medidas, entre otras líneas de liquidez para empresas en dificultades, subsidios a autónomos, un aumento de la plantilla sanitaria y la congelación temporal en los municipios afectados del pago de la hipoteca y de las facturas de luz, gas, agua y basura. También se barajan ayudas fiscales para aquellas compañías que hayan visto caer su negocio más del 25%. Y ello hará que el gasto aumente en unos 4.500 millones de euros.
Según fuentes gubernamentales, el Ejecutivo de Pedro Sánchez ya trabaja en un paquete de alivio. Y en él se recogen medidas de liquidez para empresas en apuros. Una posibilidad es la fórmula que se usó para paliar la crisis de Thomas Cook y que se ha barajado para los problemas que pudiera ocasionar el Brexit. Bajo ese esquema, las empresas podían acudir al banco y pedir un crédito blando con el ICO.
La preocupación del Gobierno es que empresas solventes se vean perjudicadas en demasía por este nuevo cisne negro como sucedió en 2008. Dicho esto, en esta ocasión el escenario de falta de liquidez parece más improbable dada la artillería que está desplegando el BCE. El eurobanco prepara líneas de refinanciación dirigidas a pymes. Y este lunes el mercado esperaba incluso una bajada de tipos.
Otra pata de las ayudas se centrará en el área laboral. El Gobierno ya estableció que el aislamiento de un trabajador por coronavirus se considere como una baja laboral, un coste que soporta la empresa durante los 10 primeros días. Y este lunes el ministerio de Trabajo reconoció que está sopesando que la suspensión temporal de empleo causada por la enfermedad no consuma el paro —estos son los llamados ERTE—.
Además, según fuentes gubernamentales, en el departamento de Yolanda Díaz se ultima un protocolo de prevención de riesgos laborales similar al que se elaboró con las vacas locas. En él se incluirían recomendaciones tales como recogerse el pelo, la higiene de las manos o no llevar anillos, pulseras o maquillaje.
Powered by WPeMatico