El supervisor se ha comunicado con las gestoras españolas en los últimos días para hacer seguimiento de la salida de partícipes que están sufriendo sus productos. Además, la CNMV está recordando a las entidades los mecanismos de actuación disponibles para frenar fuertes reembolsos en sus fondos de inversión. Una avalancha masiva de peticiones de ventas podría afectar a la capacidad que tendrían las gestoras para deshacer posiciones rápidamente en los mercados (sobre todo en los activos de mayor iliquidez).
La tensión derivada de la propagación del coronavirus está provocando la salida de inversores de los fondos. En lo que va de mes, los fondos comercializados en España han sufrido reembolsos por alrededor de 3.000 millones de euros, según Morningstar. Una cifra solo comparable (en un periodo similar) al ritmo de las retiradas de dinero de alguno de los peores meses durante el estallido de la crisis financiera en 2008.
Los principios de actuación que el supervisor está trasladando a las gestoras no son más que recordatorios de los mecanismos disponibles para estos casos. Según fuentes del mercado, la CNMV está estudiando difundirlos en una nota, en función de cómo evolucione la situación.
Entre las medidas para evitar un posible shock derivado de salidas significativas, el regulador ha pedido a las gestoras aplicar criterios de equidad para actuar en beneficio, tanto de los partícipes que se quieren ir, como de los que mantienen su inversión. La clave es evitar que la fuga desplome el valor de los activos. También reclama establecer criterios de venta ordenada de activos, para deshacer de manera proporcional los activos líquidos y los ilíquidos.
En caso de no poder seguir estos criterios, el organismo presidido por Sebastián Albella aconseja a las gestoras utilizar los periodos de preaviso que aparecen en los folletos (generalmente de diez días) para que las ventas sigan un ritmo ordenado.
Por otra parte, en las llamadas que la CNMV ha realizado a las entidades, el supervisor exige que, en caso de que exista alguna dificultad, comuniquen previamente las medidas a aplicar antes de ponerlas en marcha.
Las herramientas más habituales para compensar el efecto negativo de un volumen de salidas más alto de lo normal son la suspensión total de los reembolsos o hacerlo de manera parcial. Es decir, devolver al cliente solo una parte de lo que reclama reembolsar. Otro de los mecanismos habituales, conocido como side pocket, consiste en escindir los activos problemáticos del fondo y someterlos a un régimen especial de valoración, suscripciones y reembolsos para no obstaculizar el resto del vehículo.
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