Nadia Calviño ha concedido una entrevista a El Mundo en la que analiza el impacto a nivel económico que está teniendo la pandemia del coronavirus. «Es indudable que lo que en principio era una crisis sanitaria se ha convertido ya también en una crisis económica y social. Por eso hemos ido acompasando la respuesta en el ámbito sanitario de la respuesta económica y social», ha señalado la vicepresidenta de Asuntos Económicos al rotativo.
A juicio de Calviño, el paquete de medidas puesto en marcha por el Ejecutivo es «muy contundente desde el punto de vista cuantitativo» y que además «responde a lo que yo creo que debe ser la prioridad en este momento: contener la extensión del virus en el plano sanitario y tratar de asegurar que se mantiene el tejido empresarial y se minimiza la destrucción de empleo y tengamos una buena base para reactivar la economía una vez que dejemos atrás la crisis». También llama a la prudencia en cuanto a las estimaciones económicas, pues aún no se puede prever el alcance exacto de esta insólita situación. «La economía española ha partido de un punto mejor que otros países de nuestro entorno.(…) La situación ha cambiado, evidentemente, a partir de marzo y tendremos que ver cómo evoluciona, pero con esa perspectiva de que el impacto no sea estructural y sea lo menos duradero posible», matiza.
En cuanto a los ERTEs que se suceden estos días, Calviño considera que su facilitación «que fue una medida que nos solicitaron todos los agentes sociales» es un elemento muy importante porque lo que permite es que el Estado se haga cargo de los costes durante esta situación por el ajuste transitorio y que no haya pérdidas de empleo más allá de lo que es la crisis sanitaria.
Se muestra sorprendida, eso sí, de la reacción por parte de los representantes de los autónomos, dado que «todos los agentes sociales» han recibido muy favorablemente las medidas del Gobierno. «En los dos paquetes de medidas se ha demostrado esa especial protección de las pymes y los autónomos y lo seguiremos haciendo así. Estamos terminando de diseñar el detalle del gran programa de garantías públicas, de hasta 100.000 millones para favorecer y garantizar la liquidez de toda la economía y ahí, de nuevo, tendremos una atención especial para estos colectivos», asegura.
En cuanto a los mercados, la vicepresidenta valora muy positivamente la línea de actuación del BCE. Sostiene que sus decisiones «son apropiadas, las necesarias en esta situación, para que podamos tomar las decisiones y adoptar las medidas necesarias para atajar el problema en un entorno de certidumbre y calma para la financiación pública». «Debemos mantener esta situación favorable para que los gobiernos reaccionemos y podamos responder adecuadamente. Pero esto no basta: hace falta también una respuesta fiscal europea coordinada», opina.
En este sentido, afirma que se está dando un intenso debate en el Eurogrupo y que España está constantemente en contacto con sus socios para ver cómo articular esa respuesta. «Nuestro país defiende una posición muy clara: esta crisis es global, la respuesta tiene que ser europea. Todos estamos poniendo todo de nuestra parte para dar una respuesta adecuada a la crisis sanitaria, y eso supone proteger la salud de toda Europa, y por eso tenemos que utilizar todos los instrumentos disponibles para garantizar que la respuesta económica y fiscal no es sólo nacional si no que es comunitaria, europea», repite.
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