El Gobierno quiere aprobar, en su reunión de mañana martes, el plan de avales para los créditos de empresas y autónomos que se ha comprometido pueda llegar a 100.000 millones de euros. Las conversaciones con los bancos para acercar posiciones son fluidas pero no hay un acuerdo todavía.
Los bancos, a través de las patronales AEB y CECA, han hecho llegar su última propuesta al Tesoro, con el que mantienen constantes contactos sobre el alcance que deberían tener los avales que el Estado se ha comprometido a poner para minimizar lo más posible los efectos económicos de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. La propuesta, después de haberse cambiado bastantes estos días, es en líneas generales que el Estado avale hasta el 80% de los créditos nuevos y de las refinanciaciones que sean necesarias. El Tesoro estaría de acuerdo con la primera parte y consideraría excesiva la segunda.
El Gobierno español se ha movido rápido. Ha anunciado 100.000 millones en avales públicos a los créditos de la banca para garantizar la liquidez de empresas, pymes y autónomos. A su vez, las entidades tienen abierta la ventanilla del BCE para obtener liquidez ilimitada. El Banco Central, a través de su brazo de supervisión, ha determinado además que los préstamos con respaldo público no necesiten ni un euro de provisión pese a que no se paguen.
Pero falta un detalle capital de la medida: el porcentaje de los créditos protegido por los avales que desplegará el Estado a través del ICO. El martes se decidirá esta cuestión crucial en el Consejo de Ministros. “Es necesario que en España se cubra por el Estado, como en Alemania, el 80% del préstamo. Si no, no va a haber operaciones de crédito y vamos a tener una crisis de liquidez brutal. Si dan el 50%, la banca, con los criterios de riesgo no podrá conceder créditos, el sector público tiene que avalar el 80%”, señala un directivo. El restante 20% sí sería manejable por el sector, pero no más.
«Si no hay un 80% como en Alemania la crisis de liquidez unida a la paralización económica nos va a causar un gran daño», sentencia un ejecutivo. El Gobierno de Angela Merkel aprobó una línea de avales de hasta 550.000 millones ante la crisis del Covid-19 a través del KfW, el equivalente al ICO español. Estos cubren ocho de cada diez euros prestados. En Reino Unido, con una línea de avales en la práctica ilimitada, el porcentaje blindado de los créditos se sitúa en el 75%.
Está todo en marcha, pero los detalles los carga el diablo. El umbral clave para que las entidades financieras españolas puedan movilizar la liquidez contra el coronavirus está en el porcentaje de los préstamos que estará blindado por el Estados. El pasado 19 de marzo, cuando Pedro Sánchez, anunció las medidas, anunció que habría 100.000 millones de euros en avales, pero no qué porcentaje de los créditos estará blindado.
Fuentes financieras señalan que el Ejecutivo está pensando tan solo en la mitad del préstamo, pero esto sería insuficiente. La medida debe ser sinérgica con las del BCE para evitar de verdad que los círculos de liquidez se cierren.
La institución que preside Christine Lagarde anunció el 12 de marzo una línea de liquidez ilimitada, a la que los bancos podrán acudir con préstamos a empresas sin problemas, una novedad que se conoció en la noche del miércoles al jueves, cuando el Banco Central lanzó una bazuca para comprar 750.000 millones de euros en deuda pública, de empresas y bancaria. Lo hará al menos hasta final de año, aunque abre la puerta a que se amplíe hasta que se ponga fin a la crisis provocada por el Covid-19, y se suma a los 20.000 millones mensuales y a los 120.000 millones extra en 2020 que anunció hace apenas dos semanas.
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