La Comisión Europea (CE) propuso este jueves la creación de un fondo temporal dotado con 100.000 millones de euros para conceder préstamos a los países más afectados por el coronavirus, que utilizarían la financiación para mantener el empleo a través de esquemas como los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).
Bruselas plantea, en concreto, que los países usen estos créditos para costear la puesta en marcha de sistemas de regulación de empleo temporales por parte de las empresas para poder mantener a sus trabajadores y seguir pagándoles el salario aunque su actividad se haya reducido por la pandemia. También podrán financiar con esos créditos medidas de apoyo a los autónomos.
Para obtener los 100.000 millones de euros que espera conseguir, la Comisión Europea se encargaría de buscar la financiación en el mercado con el respaldo de avales proporcionados voluntariamente por los Estados miembros, lo que permitiría «beneficiarse de la buena calidad crediticia de la UE y sus bajos costes de financiación», según Bruselas.
Esto significa, al mismo tiempo, que el nuevo instrumento solo empezará a funcionar una vez que los Estados miembros se hayan comprometido a aportar estos avales. La Comisión calcula que para conseguir los 100.000 millones que desea necesitará, como mínimo, garantías equivalentes al 25 % de este montante, es decir, 25.000 millones de euros. La propuesta no prevé una asignación para cada uno de los Estados de la UE, sino que cada país deberá solicitar un préstamo si lo necesita.
La Comisión evaluará qué parte del aumento del gasto público está ligada a la creación de los esquemas de trabajo temporal u otras medidas temporales para los autónomos, y determinará así las condiciones del crédito: cuantía, madurez, intereses y modo de implementación. La propuesta que haga Bruselas tendrá que ser aprobada por los Estados miembros.
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