El plan extraordinario de compras de deuda por 750.000 millones de euros con el que la institución dio un golpe sobre la mesa para combatir los efectos de la pandemia del Covid-19 avanza a buen ritmo. En solo tres semanas de implementación, el BCE ha adquirido un total de activos bajo este paraguas por 70.700 millones de euros, de los que 20.000 millones corresponden a la pasada semana.
La institución ha empleado ya por tanto casi el 10% de la potencia de fuego prevista, si bien su presidenta Christine Lagarde ya insistido recientemente en que el BCE seguirá haciendo todo lo necesario para contribuir a la estabilidad financiera y la reactivación económica. El anuncio de este plan el pasado 18 de marzo, después de una respuesta inicial mucho más titubeante, consiguió frenar el repunte de las primas de riesgo de los países del sur de la zona euro, en especial de Italia y España.
Sin embargo, la tensión sobre la deuda soberana de ambos países está subiendo de nuevo ante la decisiva cumbre de líderes de la UE que se celebra este jueves y en la que deberá definirse la respuesta conjunta que la región da ante la crisis. El temor a que las medidas sean insuficientes y a que los países más vulnerables como España o Italia no encuentren apoyo en sus propuestas está elevando otra vez el riesgo soberano y presionando para la intervención del BCE con sus compras. Así, la prima de riesgo italiana supera hoy los 250 puntos básicos y la española cotiza en los 145 puntos.
Tras las últimas adquisiciones, el tamaño del balance del BCE alcanzan ya el nivel récord de 5,282 billones de euros, después de haber engordado durante la semana pasada en más de 25.000 millones de euros.
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