La Comisión Europea (CE) propondrá establecer un supervisor único en la Unión Europea para prevenir el blanqueo de capitales dado que el sistema actual, basado en la vigilancia de las autoridades nacionales, no evitó los recientes escándalos de lavado de dinero en Holanda, Estonia o Letonia.
«Estamos explorando dos opciones: podemos crear una nueva agencia europea o darle más responsabilidades a la Autoridad Bancaria Europea», anunció este jueves en una rueda de prensa el vicepresidente de la Comisión Europea para asuntos económicos, Valdis Dombrovskis.
La propuesta, que se presentará en el primer trimestre de 2021, es la medida más relevante de un nuevo plan de acción contra el lavado de dinero y la financiación del terrorismo presentado hoy por el Ejecutivo comunitario y que se someterá a consulta pública antes de materializarse.
Dombrovskis indicó que establecer una nueva agencia europea tendría la ventaja de ser «más flexible en su gobernanza y alcance»; mientras que ampliar las competencias de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, en inglés) tiene ventajas en términos presupuestarios y por la menor fragmentación del sistema de supervisión.
Pero advirtió de que si se opta por dejar la tarea a la EBA habrá que mejorar su proceso de toma de decisiones para hacerlo «más centralizado y efectivo», algo que ya se intentó con poco éxito el año pasado, cuando se le dieron algunos poderes de lucha contra el blanqueo.
El vicepresidente comunitario argumentó que el «decepcionante» rechazo de la EBA a investigar el blanqueo a través de la filial estonia de Dankse Bank, «uno de los escándalos más grandes de Europa», muestra que esos cambios serían necesarios.
Las peticiones para establecer un único supervisor, procedentes entre otros del Banco Central Europeo, se multiplicaron en 2019 a raíz de escándalos de blanqueo a través de cuentas de bancos en Holanda, Letonia o Estonia. Sin embargo, las reticencias de los países a dar más competencias a los supervisores financieros comunitarios impidieron adoptar medidas de calado más allá de ampliar los poderes de la EBA.
El plan de Bruselas pasa además por armonizar las reglas sobre blanqueo de dinero para evitar las lagunas que surgen por la diferente interpretación que hace cada autoridad nacional, así como por crear un organismo que coordine a las Unidades de Inteligencia Financiera de los Veintisiete, que se encargan de identificar las transacciones sospechosas. Ambas propuestas se presentarían en el primer trimestre de 2021.
En los últimos años la UE se ha dotado de numerosas normas para prevenir el blanqueo de capitales con dos directivas aprobadas en 2015 y en 2018, pero la mayoría de Estados no las ha introducido todavía en su legislación nacional pese a que ha expirado el plazo para ello.
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