La guía de recomendaciones de la Comisión Europea para la desescalada en las restricciones al turismo y el transporte de viajeros, que se ha dado a conocer en la jornada de hoy, deja en el aire aún la posible limitación del pasaje de los aviones para garantizar el distanciamiento entre viajeros.
Bruselas aconseja ese distanciamiento siempre que sea posible, además del uso de mascarillas y diversas medidas de higiene y desinfección en los aviones. También reclama que las aerolíneas restrinjan al máximo la interacción entre personas a bordo, y exige sistemas de filtrado de aire en las cabinas. Pero seguirá analizando los posibles recortes de aforo, u otras medidas adicionales, junto a la Agencia Europea de Seguridad Aérea y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC).
«Las directrices presentan una serie de recomendaciones, como la necesidad de limitar el contacto entre los pasajeros y las tripulaciones, y entre los propios pasajeros, reduciendo, cuando sea factible, la densidad de viajeros», explican fuentes oficiales.
Respecto a otro punto que afecta de lleno a las aerolíneas, la Comisión Europea ha decidido blindar el derecho de devolución en efectivo de los billetes de vuelos cancelados. Las aerolíneas vienen demandando la posibilidad única de que las reservas sean canjeadas por vouchers o bonos de viaje para blindar su liquidez, pero Bruselas fija este modelo como una posibilidad o alternativa al reembolso en efectivo. Las compañías llevan semanas temiendo por su caja en un escenario de nulos ingresos y decenas de miles de reclamaciones por parte de los viajeros que han visto suspendidos sus vuelos.
«Según las normas de la UE, los viajeros tienen derecho a elegir entre cupones o el reembolso en efectivo de los billetes de transporte cancelados o paquetes de viaje. Si bien se reafirma este derecho, la recomendación de la Comisión apunta a garantizar que los cupones se conviertan en una alternativa viable y más atractiva al reembolso». En la guía se hace alusión a las dificultades financieras de las compañías, pero también se buscan garantías de que los vouchers estén «protegidos contra la insolvencia del emisor, con un período mínimo de validez de 12 meses, y ser reembolsables después de un año como máximo, si no se canjean». De hecho, la CE se abre a que los Estados introduzcan esquemas de garantía para esos cupones en respaldo a las compañías de transporte.
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