El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ya adelantó en sus últimas comparecencias que los tipos cero seguirían acompañando a la economía estadounidense durante un largo periodo de tiempo, y la institución lo corroboró. En la primera reunión en la que se incluyen las proyecciones macroeconómicas desde el estallido de la pandemia, el Banco Central de EE UU confirmó no solo que los tipos se mantenían sin cambios por ahora, sino que permanecerían en la horquilla del 0% al 0,25% los dos próximos ejercicios.
Es decir, la era de tipos cero que retornó el pasado 15 de marzo se prolongará hasta 2022. Estas proyecciones descartan la entrada de las tasas en tipos negativos, una idea que ya había sido desechada por el responsable de la institución. El escenario que dibuja la Fed para los próximos meses dista mucho del que preveía en diciembre de 2019. Hace seis meses la institución estimaba que los tipos de interés se situarían en el 1,5%-1,75% en 2020.
Pero que la Reserva Federal no vaya a rebajar aún más el precio del dinero no significa que no vaya a seguir apoyando la recuperación. En el comunicado emitido por el Comité de Mercado Abierto (FOMC) la institución se compromete a usar todas las herramientas que estén a su alcance para seguir apoyando a la economía a la vez que contribuye a lograr la estabilidad de los precios y el pleno empleo, dos de las grandes variable que tiene en cuenta la institución a la hora de tomar decisiones .
La Fed, que ha retomado la compra de activos este año, tanto de títulos de deuda pública como privada, afirmó que seguirá adquiriendo deuda durante los próximos meses al mismo ritmo que el actual y abre la puerta a incrementar el importe de las compras. El objetivo que se persigue con esto es sostener el funcionamiento del mercado y garantizar la transmisión de la política monetaria
Al igual que las previsiones en lo que a tipos de interés se refiere, la Fed ha recortado de forma drástica sus proyecciones macroeconómicas. Para 2020 el Banco Central prevé que la economía se contraiga un 6,5% frente al crecimiento del 2% que auguraba en la recta final de 2019, antes de que la pandemia estallara.
La tasa de desempleo que, según los últimos datos, cerró mayo en el 13,3% tras las creación de 2,5 millones de puestos de trabajo, seguirá bajando en los próximos meses a medida que avance la reapertura de las economías. Las estimaciones de la Fed fijan la tasa de desempleo en el 9,3% para 2020 lejos del 3,5% que auguraban hace seis meses.
La inflación, una de las variables más tenidas en cuenta, cerrará el año el 0,8%. Es decir, otorga margen para que la Fed mantenga su política de tipos cero. Más optimistas se muestran para los próximos dos años. En 2021, prevén que el PIB aumente un 5%, y un 3,5% el año siguiente. Este impulso económico permitiría rebajar la tasa de desempleo al 6,5% y al 5,5%, respectivamente, lejos del 3,6% y 3,7% que esperaban en diciembre. Por su parte, los precios subirán el 1,6% y el 1,7%.
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